Sanfermines 2018. Tercera de feria

Ureña, herido menos grave

  • El diestro murciano fue corneado por su segundo toro en la pierna derecha l El torero valenciano Román consigue otro trofeo l El espada pacense José Garrido, con el peor lote, se marcha de vacío

Paco Ureña, tras recibir una cornada del cuarto toro en la pierna derecha, comienza a sangrar.

Paco Ureña, tras recibir una cornada del cuarto toro en la pierna derecha, comienza a sangrar. / Jesús Diges / Efe

Cuando Joseba Asirón, alcalde de Pamplona, saludó desde el palco presidencial, fue abroncado. Hace días contó que habría encierros, pero que hay que evitar que se celebren corridas de toros; a lo que respondieron los ganaderos de lidia que no iría ninguna corrida para Pamplona si no se lidiaban los astados en el ruedo. Así es que ayer,desde el palco, en una decisión incongruente, presidió la corrida de la festividad del Patrón ¿Se imaginan a un Jaime Ostos o tantos y tantos toreros de los de antes frente al palco con este usía vestido con chaqué y chistera?... En el balance Paco Ureña cayó herido grave y cortó una oreja;Román consiguió otro trofeo y José Garrido se marchó de vacío.

La terna lidió un encierro de Puerto de San Lorenzo, de desiguales hechuras –predominando los kilos sobre el trapío– y que dio un juego dispar, destacando positivamente segundo y cuarto.

Ureña ganó un trofeo del cuarto tras una cornada dura sufrida en la pierna derecha cuando entró a matar. Un caño de sangre empapó de inmediato su taleguilla. El diestro murciano, con anterioridad, ante este toro alto, cuesta arriba y que había embestido con nobleza, repetición y que humillaba, comenzó su labor en los medios, de rodillas, toreando con la diestra. Con esa mano llegaron los mejores pasajes. Cerró con manoletinas antes del percance. Ureña aguantó hasta que las asistencias se lo llevaron a la enfermería, entre tanto un banderillero de su cuadrilla recibió la oreja concedida y el toro fue ovacionado en el arrastre. Anteriormente, Ureña se mostró voluntarioso ante el que abrió plaza –¡600 kilos!–, manejable –mejor por el pitón izquierdo–, al que mató de estocada para ser ovacionado.

Román consiguió otro trofeo de su primer oponente. Un animal que resultó noble, con un pitón derecho de calidad y ante el que el valenciano se jugó el pellejo en el recibo con el capote y arriesgó mucho en un impecable quite por saltilleras. Comenzó la faena con una extensa serie diestra de rodillas con muletazos templados y dibujó buenos derechazos para cerrar con ajustadísimas bernadinas y matar de certera estocada. El quinto, un gigante, aunque bien hecho, de ¡630 kilos!, de buena condición, llegó sin brío a la muleta de Román, que se esforzó por robarle muletazos, sin opción al lucimiento.

José Garrido pechó con el peor lote. Con el tercero, hondo, manso, con la cara alta y a menos, no tuvo opción al lucimiento. Y ante el manso sexto, otro voluminoso animal de ¡605 kilos!, escobillado, sin entrega, el pacense derrochó pundonor, recibiendo al astado de rodillas, del mismo modo que comenzó un trasteo presidido por la voluntad. Una estocada en la que se echó encima del morrillo sin contemplaciones, saliendo volteado, fue la rúbrica de una tarde marcada por la cornada a Paco Ureña.

PLAZA DE TOROS DE PAMPLONA

GANADERÍA: Corrida de Puerto de San Lorenzo, de desiguales hechuras, predominando los kilos sobre el trapío. De comportamiento dispar, destacando positivamente segundo y cuarto. TOREROS: Paco Ureña, de blanco y oro. Estocada (saludos tras ovación). Estocada (oreja tras aviso). Román, de verde y plata. Estocada (oreja). Casi entera y descabello (silencio). José Garrido, de grana y oro. Casi entera y dos descabellos (silencio). Estocada (silencio tras aviso). INCIDENCIAS: Plaza de toros de Pamplona. Lleno. Ureña sufrió una cornada "en la cara interna del muslo derecho de aproximadamente 15 cm con grave atracción muscular cuya trayectoria le alcanza hasta la cara anterior de fémur. Pronóstico menos grave. Ingresa el Complejo Hospitalario de Navarra".

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