Una 'operación triunfo' en México

Padilla presenta el Centro de Alto Rendimiento Taurino el día 13 de marzo

  • El espada jerezano cuenta con un claustro de cuatro matadores para la experiencia en la ganadería mexicana de Pablo Moreno

Juan José Padilla con el traje charro típico de México que le regaló Vicente Fernández.

Juan José Padilla con el traje charro típico de México que le regaló Vicente Fernández.

El día 7 de marzo Juan José Padilla vuela México para ponerse al frente en Guadalajara del Centro de Alto Rendimiento Taurino (CART) de la empresa Casa de los Toreros, una iniciativa que reúne a 60 novilleros de todo el planeta del toro en un a modo de operación triunfo taurino en el que tras una serie de eliminatorias se brindará una carrera novilleril a los triunfadores con actuaciones en plazas de relieve. Una experiencia que nace para revitalizar el sector taurino devastado por la pandemia y que tiene vocación de repetir en años próximos.

Serán 60 días en Zapopán, en la ganadería de Pablo Moreno. El matador jerezano disfruta de la familia antes de este largo compromiso, pero en casa el teléfono y el ordenador echan humo preparando cuadrantes, horarios, pautas... “Es la primera vez que se materializa una iniciativa como esta en la historia del toreo, una oportunidad para 60 novilleros que van a vivir acuartelados en una ganadería. Es un acontecimiento que, por su proyección y por lo que significa para la tauromaquia, supone un orgullo y una ilusión para mí, y también una tremenda responsabilidad”.

El proyecto arranca el 13 de marzo en la propia ganadería. Ese día es la presentación. Se formarán cuatro grupos al frente de cuatro matadores: Oliver Godoy de México, Tomás Cerqueira de Francia;Manuel Días Gomes de Portugal y Juan de Castilla de Colombia. Padilla destaca que “Le daremos mucha importancia a la capacidad de esfuerzo, a cómo se involucran los novilleros en el proyecto porque los valores son muy importantes ya que son la base de esta profesión:disciplina, tenacidad, fe, ilusión, voluntad, valor, la capacidad de entrenamiento, de lucha y sobre todo de asimilar y superación”.

Y todo en un clima de competencia: “Claro, trabajamos con fichas exhaustivas de cada novillero y ya en tres o cuatro semanas es la primera eliminatoria. Es un programa en el que se va cerrando el círculo de novilleros”.

Recalca el director del nuevo centro de rendimiento taurino que no es una escuela de tauromaquia: “Los chavales tienen una tauromaquia aprendida y propia con un nivel de conocimiento previo muy importante, casi todos son novilleros con caballos o sin caballos muy avanzados. Yo he tenido la suerte de estar en la Escuela de Tauromaquia de la Diputación de Cádiz, pero este centro no es para aprender. En todo caso corregir matices y aconsejar pero dentro del respeto a la propia concepción artística de la lidia de cada uno. Cada uno tiene su concepto y su personalidad. Si entramos en el terreno de los matices, velocidades, ritmo, distancias y avanzar más en el conocimiento del toro”.

Eso sí, con mucho rigor, respeto y seriedad: “En el toreo, y yo he sido alumnos de la Escuela de Cádiz de la Diputación, se aprende con mucho rigor y disciplina. En el centro será igual, vamos a guardar el nivel de exigencia que requiere la profesión. Sin duda hay un segundo plano de amistad y compañerismo, pero la exigencia es uno de los valores de la profesión. La que requiere un matador consigo mismo la vamos a guardar en esta experiencia”.

Y una experiencia única para todos, aunque se vayan quedando al margen del camino: “Mi objetivo es que los sesenta se lleven del centro el mejor recuerdo. Aunque no sean figuras del toreo y a pesar de las exigencias y del sacrificio que requiere la verdad del toreo, que se lleven un recuerdo inolvidable de una experiencia que va a ser única”.

Lo que está claro es que los sesenta novilleros de todo el mundo que compiten en esta oportunidad que supone revitalizar la fiesta en tiempos de pandemia no van ni a Cancún ni a Puerto Vallarta: “Tenemos una agenda diaria al minuto desde las 7.30 de la mañana, con una variedad que va más allá de la preparación física, y de las faenas en la plaza. Contamos con muchas personalidades del toreo de México que telemática o presencialmente van a transmitir sus experiencias en diversos sectores del toreo a los novilleros. Los novilleros van a profundizar en la ganadería y los diversos encastes y hay un apartado horario muy bonito, por las noches y para terminar el día en el que tienen que plantear sus dudas, preguntas e inquietudes”. Una experiencia única, sin duda. Que haya suerte.

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