Entrevista a Iván Mariñas, de 'MasterChef 8'

"Es 'ultra-decisivo' tener un buen capitán en los exteriores de 'MasterChef"

  • El participante gallego que fue tercero en la octava edición, entrenador personal, da sus recomendaciones a los futuros participantes e insiste en la alimentación ‘real’ para una vida sana

Iván, tercero en 'MasterChef 8'

Iván, tercero en 'MasterChef 8'

Iván fue participante de MasterChef 8, la edición en la que ganó Ana Iglesias y él alcanzó la final a tres de aquella temporada marcada por el confinamiento. Este entrenador personal gallego, coruñés que vive en Orense, aporta su experiencia de cara a los aspirantes dispuestos a presentarse al casting de MasterChef 10, que iniciará pronto su fase de selección.

–Un inciso ¿qué deberíamos hacer para comer mejor?

–Para mí es fundamental el producto de cercanía. En España eso además debe ser así. Hay que intentar ser lo más sostenible posible. Nos viene bien a todos. Elegir alimentos de calidad y con una producción correcta. La cocina y la alimentación la tenemos que asumir en parte como medicación. Lo que nos sienta mal es por algo. Hay que comer alimentos reales. Cuantos menos procesados, mejor. Los conservantes empeoran el producto ¿para qué compras una tortilla envasada si con unos huevos y patatas preparas algo excepcional? Si no sale a la primera, ten práctica y a la cuarta te sale perfecta.

"Es ultra-decisivo un buen capitán. En mi etapa Jordi Cruz me apodó “el gran capitán”

–Un aspirante a MasterChef desde casa piensa ¿por qué es tan difícil llevar adelante una prueba en exteriores?

–En la primera prueba de cada programa te puedes relajar, te puedes hasta gustar, arriesgarte. Pero en la de exteriores tienes el peso de acabar en la prueba de eliminación. También pesa que vas a dar de comer a la gente. Cocinar en equipo no es como cocinar solo, es obvio, pero ese equipo tiene que organizarse para saber qué se le da mejor a cada uno. Amoldar equipos sobre la marcha es siempre difícil. Es lógico que surjan chispas.

–¿Y tan decisiva es una buena capitanía?

–Es ultra-decisivo. En mi etapa Jordi Cruz me apodó “el gran capitán”, lo que guardo en el corazón, porque estaba ahí mi faceta de entrenador. No importa ahí ser mejor o peor cocinero sino atender lo que demandael servicio con los recursos que tienes. A no ser que sean equipos cohesionados donde todo el mundo sabe qué tiene que hacer, siempre es necesario un capitán. En MasterChef tiene que medir tiempos y apoyarse en el que sabe más que él. Es una batuta con la que has de buscar la armonía.

–¿Qué diferencia hay entre anónimos, que se juegan incluso su futuro, y los ‘celebrities’?

–Los celebrities si les gusta la cocina y atienden las sugerencias tienen siempre una buena evolución. Los famosos no tienen tanto miedo a las cámaras y no se agarrotan con la presión. Entrar en el plató de MasterChef, os lo aseguro, es impactante. Si te gusta la cocina, ya seas junior, abuelo, anónimo o celebrity es una vivencia maravillosa.

–En todo caso, MasterChef es siempre una oportunidad como una nueva salida profesional.

–Y es un talent en el que se humanizan sus participantes. MasterChef te permite ser conocido por el público y estar vinculado a mensajes positivos además de cumplir tus sueños de ser un profesional de la cocina.

–Comer bien, siempre.–Es la mejor inversión que puedes hacer por ti mismo: tener una alimentación sana.

–Aún sorprende el nivel de cada año de los junior, como hemos visto en esta edición.

–Los niños llegan muy preparados. Y se lo toman muy en serio. Es fundamental

–¿En qué momento de una convivencia encerrados un concursante anónimo de MasterChef puede venirse abajo?

–En el caso de mi edición estuvimos además con el confinamiento varias semanas sin grabar. Yo lo dediqué a evadirme, a leer, y también a practicar más. El confinamiento fue un retiro espiritual en la cocina. Creo que el momento más difícil de cada concursante son las críticas iniciales. Comienzas con ilusión, te crees que todo va a ir bien y te bajan a la tierra. Esa fase hay que superarla: caerse, levantarte y curtirte. A los jueces les gusta verte cómo remontas.

–¿Qué memos que dedicar media hora diaria a cocinar y otra al ejercicio?

–Sobre el ejercicio, media hora es mejor que nada, pero si tu vida es sedentaria sería mejor una hora. Añadiría que lo mejor es tomarse el ejercicio como algo agradable, no como un castigo. El ejercicio funciona si saber que te hace bien. El que no ha entrenado nunca habla mal del ejercicio.

–¿Y cuántos pasos damos?

–Más que una cantidad determinada hay que tener vida activa. Dejar el coche, tomar la escalera. El ejercicio hace que descanses mejor y te levantes mejor.

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