Entrevista al actor Javier Losán

"Yo me siento muy de pueblo aunque lleve 33 años en Madrid"

  • Este intérprete manchego es El Ovejas en 'El pueblo', serie de Telecinco que hoy llega al final de su primera temporada

El actor Javier Losán

El actor Javier Losán / Mediaset

El pueblo, de Alberto Caballero, llega esta noche al final de su primera temporada en abierto, en Telecinco. La segunda tanda se ofrece en Amazon y hay encargada una tercera. En todas ellas Javier Losán estará con su ganado como El Ovejas. Este actor machego se hizo popular por sus apariciones junto a José Mota.

–Usted trabajaba en el último montaje en el que estuvo el inolvidable onubense Pedro Reyes.

–Sólo estuve con él cinco semanas de ensayo y tres de representaciones, pero hicimos una gran amistad. Me dejó huella y recuerdo. Cada vez que me subo a un escenario le dedico mi trabajo. Su fallecimiento fue inesperado. La vida de Pedro Reyes estaba entregada a la comedia y sin imitar a nadie: crear un estilo propio es sólo de genios.

–¿Qué dice cuando ahora todos nos asombramos del humor de su tierra, La Mancha?

–Lo más reciente que ha dado mi provincia de Albacete es inmenso: Chiapella, Joaquín Reyes, Areces, Cimas. Qué pandilla.

–Hasta que no llegó Benito Floro Albacete no se veía en el mapa.

–Eso pasaba con los autobuses, que sólo paraban en las ventas para ir al servicio. Hay un refranero muy rico que no vamos a detallar. Azorín decía que Albacete era el Nueva York de La Mancha, porque no había nada histórico. Tiene mucha raíz cervantina, de comercio, de mezcla.

"Yo me pido si es necesario un spin off para El Ovejas cuando sea"

–¿Les vino bien el cambio de Murcia a Castilla-La Mancha?

–No teníamos nada que ver con los murcianos. La provincia está repartida según su influencia.

–Pero no estamos hablando de la España vaciada exactamente.

–Albacete capital mueve a mucha población y riqueza pero hay comarcas muy despobladas por falta de trabajo. En Soria, donde se graba El pueblo, sí que es preocupante la marcha de habitantes, porque tiene cifras de Laponia.

–¿Cómo le va a ir a El Ovejas en estos siguientes capítulos?

–Le irá bien, pero va a sufrir mucho por su amor. Lo que más me gusta es que la serie no dependa directamente de las audiencias. Que se vea en Amazon y después en Telecinco, y que funcione tan bien, nos tiene encantados. Yo me pido si es necesario un spin off para El Ovejas cuando sea. Lo bueno de El pueblo es que te identificas seguro con alguno de sus personajes, ya seas de ciudad o de campo.

–¿Y usted con quien se identifica?

–Yo soy de pueblo, de un pueblo que se llama El Ballestero, aunque nací en El Bonillo. Me siento de pueblo y eso que llevo viviendo 33 años en Madrid. En esta serie no nos reímos de la gente. Está tratado con cariño. El pueblo no es una crítica, sino una muestra de lo que está pasando. Y la esperanza es que la gente vuelva a los pueblos

–¿Qué haría usted si tuviera que actuar en favor de la repoblación de la España vaciada?

–No es mala idea regalar casas, como pasa en la serie. Montar eco-aldeas. Y que sucediera como en Plan, en Huesca, que acudieran personas en busca de pareja. Mejorar las telecomunicaciones. Con internet puedes ver ahora todo el cine, sin tener que estar en Madrid.

–¿El Ovejas le ha sorprendido?

–No creíamos que fuera tan auténtico, tan tierno. Tiene comedia, pero es real, sincero. Ha descubierto el amor, su amada tiene cáncer terminal. El tono realista me gusta mucho. No es necesario que El pueblo sea una sucesión de chistes.

–José Mota ve en usted un familiar o un amigo de la infancia.

–Esos diálogos de manchegos desharrapados sólo lo podemos hacer él y yo. Aunque se escribieran para otros, no sería lo mismo. En Nochevieja él me imitaba como el actor turco Can Yaman que venía a España a quitarse pelo.

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