Las dudas sobre la comedia

¿Son eficaces las risas enlatadas en las series?

  • La publicación 'Nature' se hace eco de un estudio al respecto de una universidad londinense

Jim Parsons, Sheldon en 'Big Bang', en uno de sus gags recurrentes

Jim Parsons, Sheldon en 'Big Bang', en uno de sus gags recurrentes / CBS

Esto es para reírse. Las "risas enlatadas" en programas de televisión o en series cómicas resultan molestas para muchos espectadores, pero son clave para que los chistes, sobre todo los malos, parezcan más graciosos, según sostiene un estudio publicado por la revista Nature y cuyas conclusiones teníamos claras la mayoría de los fieles televisivos sin necesidad de investigarlo.

Pero esta investigación la ha desarrollado la University College London que sugiere, además, que este recurso televisivo funciona mejor cuanto más espontáneas y menos forzadas son las carcajadas pregrabadas.

Sheldon y sus Penny, Penny, Penny de la temporada 1 a la 5

Asimismo, los investigadores, liderados por la experta Sophie Scott, constataron que sus hallazgos son aplicables a personas "neurotípicas" e incluso a aquellas diagnosticadas con autismo.

"Me fascina el hecho de que la risa no solo hace que un chiste parezca más gracioso, sino que también lo hace más gracioso cuanto más espontánea es", explica Scott sobre este trabajo, titulado "Las calificaciones de humor de los chistes malos para adultos neurotípicos y autistas son moduladas por la risa de otras personas". Para este estudio, analizaron las respuestas aportadas por un número de individuos a los que se pidió que calificaran el grado de gracia que tenían chistes que estaban acompañados por "risas enlatadas" o no.

Leídos por un cómico profesional, las bromas fueron seleccionadas por los autores porque, en su opinión, entraban dentro de la categoría denominada en inglés "chistes de papá", es decir, "chistes malos", según indican.

En primer lugar, los expertos establecieron una calificación general de base sobre el grado de gracia que un conjunto de participantes otorgaron a unos chistes determinados, en una escala del uno al siete. Después, presentaron esos mismos chistes a un grupo diferente de sujetos, en el que se incluían 48 neurotípicos y 24 personas con autismo.

La mitad de esas bromas estaban acompañadas por risas grabadas "cortas" y "espontáneas" y el resto por risas enlatadas "cortas" y "fingidas".  Las notas de los participantes relevaron que la presencia artificial de "risas", independientemente de su tipo, aumentan la percepción de que una broma es más graciosa de lo que es en realidad.

En este sentido, precisan los autores, el tipo de "risa enlatada" que acompaña a un "gag" determinado tiene gran importancia, pues los sujetos dan diferentes respuestas de acuerdo con su espontaneidad y apariencia de autenticidad.

A los investigadores les intrigó descubrir que el efecto de las risas grabadas fue idéntico en individuos neurotípicos y autistas, lo que sugiere que a todos nos afecta la risa, "seamos conscientes o no", concluyen. 

22-07-2019, 15:06:00

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