España ha llorado la muerte de Chanquete treinta y siete años después. Y es que, por mucho que pase el tiempo o lo hayamos visto taitantas veces, la pérdida del capitán de La Dorada sigue siendo un trago para los seguidores deVerano azul, aquella mítica serie de Antonio Mercero que se adelantó a su tiempo y que dejó una profunda huella en la historia personal de cada uno.

El 7 de febrero de 1982 Chanquete murió... por primera vez. TVE lo había anunciado días antes, para que el impacto sobre los numerosos niños y jóvenes que seguían la serie fuera menor. Aún así, España se paralizó. Fue el mayor spoiler de todos los tiempos y, con todo, los millonarios resultados de audiencia lo respaldaron. Para que digan las series de ahora. Tampoco se logró evitar el trauma que causó en toda una generación de lacrimógenos menores de edad que echaron mano del pañuelo nada más escuchar a Pancho correr por esa playa contando a voz en grito la trágica noticia.

El miércoles Algo se murió en el alma, por duodécima vez. El entrañable personaje interpretado por Antonio Ferrandis volvió a enganchar a los espectadores, esta vez convirtiéndose en trending topic. Fue la no-noticia del día. Un spoiler que conocemos desde hace casi cuatro décadas. A pesar de ello, los capítulos de reposición de la ficción en La 2 han rozado el medio millón de espectadores este verano, 5,6% de cuota de pantalla, más del doble de la audiencia habitual en esa franja durante los días anteriores. Y eso que algunos casi podemos recitar los diálogos de la serie de memoria. Es la fuerza de la nostalgia.

Para colmo de logros, una nueva generación se ha sumado a los seguidores de las andanzas de Bea, Desi, Javi, Pancho, Tito y Piraña. Una generación que quizás se ha planteado por primera vez el divorcio de sus padres tras ver el capítulo en el que los de Desi le anuncian que se han separado. O qué ocurre en el cuerpo de una niña cuando empieza a convertirse en mujer de la mano del desarrollo de Bea. Temas que se plantearon hace 40 años ya en Verano azul con total naturalidad, como también la homosexualidad, el alcoholismo, la muerte y tantos otros.

Aunque parezca simple, la ficción de Mercero esconde un valiente retrato de las entretelas de una España que comenzaba a abrirse. La serie más repuesta de la historia de Televisión Española presenta tramas que traspasan los años en el escenario de un país en plena edad del pavo de la transición de la universal ingenuidad al descubrimiento juvenil. Verano azul siempre genera conversación social y, por tanto, es a la televisión lo que The Beatles a la música. Un CLÁSICO, así como he escrito, con mayúsculas.