Resulta inevitable escribir sobre cómo las cadenas de televisión están tratando todo lo que ocurre en Cataluña una semana después de que se celebrara el intento de referéndum y quedando aún muchos hechos por ocurrir. En los últimos días he escuchado en más de una ocasión a varios ciudadanos asegurar que están saturados con todo lo que rodea al frustrado independentismo. Al reflexionar sobre esos comentarios llego a la conclusión de que no será por lo que ven en televisión. Pueden estar saturados porque las conversaciones del día a día han cambiado y no hay lugar en el que no se hable de Puigdemont y compañía, por las banderas que decoran las ciudades y los pueblos o porque el tema ocupa la mayoría de las portadas y páginas de los periódicos. Pero no creo que estén saturados por la televisión, porque al conflicto catalán no se le ha dado la importancia que merece. Y esa es una de las mayores irresponsabilidades de las públicas y de las privadas. Un medio de comunicación como la televisión debería hacer partícipes a los ciudadanos de todo el país de que lo que está ocurriendo va más allá de lo que diga Piqué. Porque lo del futbolista no ha pasado desapercibido en ninguna cadena, ha estado presente en informativos y magacines, en las secciones de deportes y en las que nada tienen que ver con lo deportivo. Otra irresponsabilidad más. Suma y sigue. Y cómo no, el fútbol siempre eclipsando. Cabe destacar el trabajo del equipo de La Sexta, de Antonio Ferreras, Ana Pastor, Cristina Pardo, de sus reporteros y el de todos los que no salen en pantalla pero que llevan más de una semana casi sin dormir. Puede gustar más o menos el enfoque que dan, pero al menos están al pie del cañón. Y hay que destacarlo sin olvidar que les amenazan de muerte, les boicotean los reportajes y las conexiones en directo. Inadmisible.

A otros como a los de Antena 3 les vale con quitar Los Simpson y alargar Espejo Público o con hacer un especial informativo una noche. En Telecinco se conforman con alargar la mesa política de Ana Rosa. Y en Cuatro con hacer monotemático el programa de las mañanas. No es cuestión de que solo se centren en este conflicto, de hecho no se pueden dejar a un lado otras noticias, pero el 1 de octubre ninguna cadena salvo La Sexta estuvo a la altura y en el día a día dejan mucho que desear. Si hay que hacer un ranking de irresponsables sin duda la primera posición la ocupa TVE. Lo de La 1 es indignante. Hacen oídos sordos al conflicto español más relevante de los últimos años. Pero, ¿qué se puede esperar de una cadena pública que da hueco a un personaje como Javier Cárdenas? Tampoco hacen el uso que corresponde del 24 Horas y en La 2 da la sensación de que viven en otro planeta. Menos mal que algunos de los trabajadores de la pública han denunciado la mala cobertura. Esos trabajadores de TVE son invisibles para los de arriba, que como siempre son los que toman decisiones sin pensar en la calidad del trabajo, del producto, y sin tener en cuenta lo que esos invisibles luchan en el día a día por hacerlo bien, con criterio y profesionalidad.