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helena arriaza

Pesadillas desapercibidas

Más de lo mismo. Ese es el problema de Pesadilla en la cocina. El programa de Chicote lleva seis temporadas emitiéndose en La Sexta y la innovación brilla por su ausencia. Hay formatos en los que no importa mantener la fórmula, pero hay otros que necesitan una vuelta de tuerca para que el espectador disfrute. El programa cerró temporada el pasado miércoles. Las últimas entregas han obtenido unos datos de audiencia decentes. Esto es porque la cadena sabe qué día programarlo para evitar fuertes competidores y cuidar así el programa, algo que en otras cadenas no hacen. Pero si tuviera otro tipo de competencia los espectadores no escogerían la opción protagonizada por el chef de Atresmedia por excelencia.

Pesadilla en la cocina es una de esas opciones de la programación actual que no es ni buena ni mala. Esto no es positivo, ya que lo peor que puede ocurrir es ser indiferente y pasar desapercibido. Chicote es un buen tipo y esa es una de sus grandes bazas. El cocinero se toma muy en serio cada episodio. Su sinceridad y carácter es lo que más atrae del programa. Y sus coloridas chaquetillas, por supuesto. Pero la elección de los locales que se van a reformar aburre. No hay mucho margen para cambiar, ya que el programa se basa en una estrategia muy concreta. Pero da la sensación de que siempre es el mismo lugar. En cada entrega nos encontramos ante un local descuidado, sucio, con una decoración antigua, una carta desastrosa y dueños y empleados sin ganas de trabajar. Entonces llega Chicote, pega cuatro gritos y lo soluciona todo en un momento. Y todos contentos. Pero, ¿qué fue de los negocios a los que el chef ayudó en otras temporadas? Estaría bien saber si gracias a la ayuda prestada por Alberto siguieron adelante o tuvieron que cerrar. A esto hay que añadir el papel de los comensales que acuden a los restaurantes en cuestión para comprobar cuál es el servicio antes y después de la intervención del experto. Da la sensación de que los roles de los comensales están bastante establecidos, que está todo demasiado preparado. Tiene pinta de que queda Pesadilla en la cocina para rato. Pero lo cierto es que si el programa se cancelase, la mayoría no notaría su ausencia.

Hablando de Chicote, lo que no deberían perder ni en Antena 3 ni en La Sexta son los especiales que hace sobre alimentación. Estos programas aportan información muy útil sobre una de las materias que más debería tratarse en televisión, la nutrición desde diferentes puntos de vista.

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