La serie vuelve

Pablo Chiapella se creía gafe, lo contagió a Amador, y salvaron a 'La que se avecina'

Pablo Chiapella como Amador, llorando desesperado en el bar 'Max & Henry'

Pablo Chiapella como Amador, llorando desesperado en el bar 'Max & Henry'

Para estudiar Educación Física en Madrid montó con los amigos de Albacete un chiringuito en el que expedía pack de botellón (alcohol, refresco y hielo) y con el millón de pesetas que ganó aquel verano Pablo Chiapella se plantó en la capital donde hizo buenas migas con sus paisanos Joaquín Reyes, Raúl Cimas, Carlos Areces y Ernesto Sevilla. De aquel grupo, liderados por la iniciativa de Reyes, surgió La hora chanante, en Paramount Cojmedy, minimalista espacio de humor que forma parte de la historia de España.

Chiapella llegó a trabajar de 'boy' para sacarse un dinero en los estudios, lo que en alguna ocasión hizo en la serie La que se avecina, lanzándose en taparrabos al grito de "Espartaco". En la vida real, aunque no lo parezca se cortaba en los stripteases. "En las despedidas de soltera veía que la novia me recordaba a mi madre y siempre me iba antes de terminar", confesó el albaceteño, que también se sacó unos cuartos como camarero algo desastre. Menos mal que no le fue mal como actor. 

Los componentes de 'La hora chanante' Los componentes de 'La hora chanante'

Los componentes de 'La hora chanante'

En La hora Chanante y en el posterior Muchacha Nui, ya en abierto, en La 2, Chiapella era el menos conocido del grupo. Solía aparecer más de figurante que ocupar protagonismo  en los sketches. Nadie habría augurado que el amigo más rudo de la pandilla iba a seguir la estela de los demás compañeros.

Por entonces, aunque ya a estas alturas nadie se acuerda, el joven actor apareció como secundario episódico en distintas series y parecía haber encontrado su gran papel en su abogado de Al filo de la ley, en La 1. Poniendo cara muy seria. Pero no hubo suerte. Tampoco en Fuera de control, una revisión de Periodistas también en La 1, que fue dando tumbos por la parrilla allá por el año 2006.

Chiapella, en primer término, con los 'compis' de 'Muchachada Nui' Chiapella, en primer término, con los 'compis' de 'Muchachada Nui'

Chiapella, en primer término, con los 'compis' de 'Muchachada Nui'

¿Quién es Pablo Chiapella? Un tipo con mala suerte, admitía, pero en esas fue fichado para la serie más vista en esos momentos: Aquí no hay quien viva, como Moncho, vago de solemnidad, hijo en la ficción de Eduardo Arroyo y Emma Ozores. ¿Qué puede salir mal? "Pues salió. Entro en Aquí no hay quien viva para estar muchos años y anuncian que cierra en Antena 3", llegó a lamentar el albaceteño. A las pocas entregas la serie debía concluir por la adquisición de la productora de José Luis Moreno por Mediaset.

El conocido actor llegó a sentirse gafe. Pero al menos era rescatado por los hermanos Caballero para la nueva comunidad de vecinos. Con todo el equipo desanimado realmente por haber dado muerte prematura al edifico de la calle Desengaño, se monta La que se avecina. A Chiapella le toca un tipo estirado, Amador Rivas, que tiene ínfulas junto a su esposa perfecta, la Cuqui, Eva Isanta, reunidos ambos de Aquí no hay quien viva.

Si recuerdan, La que se avecina se estrenó en 2007 con todo los recelos de la audiencia tras el fin de la anterior comedia. Mirador de Montepinar aprobó en su primera temporada pero en la segunda la serie estaba condenada y llegó a pasar a la medianoche: sentencia de muerte.

Chiapella agigantaba su fama de gafe, así que algo contagió de ello a su personaje: Amador Rivas se convirtió en un tipo al que todo le salía mal, los guionistas le calaron. Y, por tanto, cuanto peor lo pasaba, mejor lo pasaba el pùblico. Al final es símbolo de gañán (como el personaje chanante de Ernesto Sevilla) y el que más palabras fabricadas ha dejado en el argot popular a través de esta serie: "salami", "pinchito"...

Foto de familia de la temporada 13 de 'La que se avecina', que deja atrás la etapa de Montepinar y llega al edificio céntrico de Contubernio 49. Foto de familia de la temporada 13 de 'La que se avecina', que deja atrás la etapa de Montepinar y llega al edificio céntrico de Contubernio 49.

Foto de familia de la temporada 13 de 'La que se avecina', que deja atrás la etapa de Montepinar y llega al edificio céntrico de Contubernio 49. / MEDIASET

Pero La que se avecina estaba condenada ¿cómo se salvó para ser lo que hoy es entre los españoles? Su pase en bucle por el canal FDF. A Atresmedia le estaba funcionando las repeticiones nocturnas de Aquí no hay quien viva por Neox, así que Mediaset hizo lo propio con su serie vecinal. Y funcionó.

"El día que escuché a dos cincuentones por la calle decir 'esta noche hay merengue, merengue' vi que Amador había triunfado", admite Chiapella. Al fin.

Tantos años creyéndose gafe con las series y dio con la tecla. Hoy en Prime Video llega la temporada 13 de La que se avecina, una vuelta a los orígenes de Aquí no hay quien viva en la calle Contubernio.

 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios