ELENA ALFÉREZ. CASIANA ARREA en 'OLMOS Y ROBLES' (LA 1)

"Juntar los polos opuestos crea conflicto y comedia"

  • Encarna a la guardia civil novata y disciplinada de la serie

  • Compartir escena con Alfonso Lara, dice, es un "regalo"

"Juntar los polos opuestos crea conflicto y comedia"

"Juntar los polos opuestos crea conflicto y comedia"

Son como el día y la noche pero ya se han ganado un hueco en el corazón de los seguidores de Olmos y Robles. La pareja de guardias civiles formada por Elena Alférez (Madrid, 1978) y Alfonso Lara, Casiana Arrea y Esteban Atiza respectivamente, son dos polos opuestos condenados a entenderse. Él, un agente veterano al que le puede la desidia, y ella, una novata enérgica con ganas de aprender. Para Alférez, lo de la vis cómica lo tiene aprendido, pues se dio a conocer como Vicky, en Chiringuito de Pepe. En su trabajo en esta serie de La 1 de TVE lo más le ha costado es ponerse el uniforme de guardia civil.

-¿Es difícil trabajar con Atiza?

-Es un poco complicado. Arrea le admira por su experiencia, cosa que ella no tiene porque acaba de salir de la Academia. Pero él es la antítesis de lo que es Arrea, que llega con muchas ganas de aprender. No es que sea muy lista, pero es muy voluntariosa.

-¿Qué es lo que más le gusta de Casiana?

-Es bondadosa, tiene mucha fuerza de voluntad y le apasiona su trabajo.

-¿Qué debería aprender de su compañero Atiza?

-A relajarse un poco, porque lo vive todo con tanta intensidad que a veces va estresada. Arrea lleva el Código Penal tatuado a fuego, sería capaz de multar a su madre por aparcar mal dos minutos.

-¡Cómo tuvo que ser su infancia en una familia de delincuentes!

-Uffff (risas), el pasado de Arrea es oro puro, lo malo es que en una serie no da tiempo a meterlo todo. Una chica con 16 años, siendo toda su familia delincuentes, decida ingresar en la Guardia Civil. Eso es personalidad. Ojalá hubiera una tercera temporada y viniera un familiar suyo a desestabilizarle su mundo.

-¿Qué tiene en común Elena con Casiana?

-La disciplina y sobre todo la pasión por el trabajo.

-¿Cómo es compartir trabajo con Alfonso Lara?

-Un regalo absoluto. Alfonso es una de las personas más entrañables y con más talento con las que he podido trabajar. Nos hemos hecho muy amigos y eso se agradece en jornadas de trabajo durísimas. Tiene un gran sentido del humor.

-El pueblo de Ezcaray es otro protagonista de la serie.

-Grabar exteriores allí es magnífico. Se come y se bebe divinamente bien. No voy a decir que es como irse de vacaciones, porque nos levantamos a las cinco de la mañana, pero es un lujo.

-¿Por qué es tan divertido juntar a dos polos opuestos en una serie de televisión?

-Porque provoca conflicto y eso lleva a la comedia. Como espectadora, espero ver esas cosas porque entretienen y te ves reflejado. Todos hemos tenido alguna vez enfrente a alguien así.

-¿Se siente extraña vestida de guardia civil?

-Me dio la risa la primera vez, pero luego solo tenía ganas de ir vestida así. Es una suerte un personaje con la responsabilidad de representar a todo un género femenino policial. He entrenado con miembros de la Guardia Civil y desconocía su trabajo. Gracias a ellos el resto vivimos mejor.

-¿Si le paran para multarle le pedirán un autógrafo?

-En mi caso es complicado porque no conduzco (risas). Si me tuvieran que multar harían su trabajo porque es lo que tienen que hacer, pero les haría gracia encontrarse conmigo. En Ezcaray he salido del set de rodaje al hotel vestida de guardia y la gente pensaba que era de verdad.

-¿Guarda algo de cada personaje que ha interpretado? ¿Cuál es el que más recuerda?

-Los recuerdo a todos, absolutamente a todos. Me siento muy afortunada de haberlos podido interpretar. Es cierto que Vicky, el personaje de Chiringuito de Pepe, significó muchas cosas para mí y lo recuerdo de una manera muy especial.

-Si mira hacia adelante, ¿Qué ve? ¿Hay algo que no haya hecho como actriz que le gustaría hacer?

-Veo un mundo de posibilidades. Todo, me gustaría interpretar todo tipo de personajes. A mí lo que me gusta es actuar y ojalá pueda hacerlo toda mi vida. También me encantaría dirigir teatro.

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