La semana pasada fue la semana de Jodie Comer. La joven de 26 años se hizo con el premio Emmy a mejor actriz por su trabajo en la serie Killing Eve. En la ficción interpreta a Vianelle, un papel que antes del Emmy ya le había valido otros reconocimientos en forma de galardón. Pero las buenas noticias no han quedado ahí. En estos días se ha sabido que Jodie formará parte del reparto de The Last Duel, la próxima película del director Ridley Scott. Un salto más en su imparable carrera que este 2019 no ha dejado de crecer, algo por lo que lleva años luchando. Desde que era niña comenzó a asistir a clases de interpretación, hasta que con quince años le empezaron a llegar papeles en series como Ley y Orden o Justice. Todavía hoy Jodie sigue viviendo en Liverpool con sus padres. Padres que por cierto, no acudieron a la gala de los Emmy pensando que no le iban a otorgar el premio a su hija.

Su papel en la serie 'Killing Eve' le ha valido a Jodie Comer numerosos galardones.

Si como actriz está viviendo su mejor momento, como icono de estilo también. Su personaje en Killing Eve está considerado como uno de los mejor vestidos de la pequeña pantalla. Y Jodie ahora también está entre las actrices más influyentes del mundo de la moda. En la alfombra roja de los Emmy sorprendió con un vestido blanco de Tom Ford, aunque lo cierto es que en esta ocasión no estuvo entre las mejor vestidas.

Ver esta publicación en Instagram

Actual dream team! ☁️💫

Una publicación compartida de Jodie Comer (@jodiemcomer) el 21 Sep, 2019 a las 4:51 PDT

Tras protagonizar varias portadas de las revistas más prestigiosas a nivel internacional, acaba de firmar su primera gran contrato como imagen de una firma de lo más relevante. Jodie será la cara de la campaña de Loewe para la próxima temporada primavera-verano. La británica da muestra en sus redes sociales del buen momento por el que está pasando. En Instagram, donde cuenta con casi un millón de seguidores, relata lo feliz que está con cada uno de sus trabajos. Además muestra su lado más personal, en el que destaca la sencillez y su gran sentido del humor. Y lo más importante, Jodie no pierde la esencia de esa chica normal que todavía hoy vive con sus padres.