Fernando Colomo siempre ha tenido algo de suertudo. Su película Isla Bonita, que dirigió y protagonizó hace un par de años, será la primera que se pueda ver en HD en la historia de La 2. Sucederá el próximo domingo, 1 de octubre, jornada en la que si se cubren las previsiones nos desayunaremos con un considerable aumento de calidad de la imagen. Los expertos dicen que es como si la señal dejase de circular por una carretera general para posicionarse en una autopista, con varios carriles a su disposición.

Quiero tener fe y pensar que ese 'apagón analógico' de La 2 se va a producir realmente en la medianoche del 30 de septiembre, aunque a decir verdad no da la impresión de que se le haya dado demasiada importancia a este salto tecnológico de gigante. ¿Será la película israelí Bar Bahar la última emitida por la cadena en SD, el sábado por la noche? ¿Podremos ver los documentales del domingo ya en alta definición?

¿Sería la reposición del 'Imprescidibles' de Chicho Ibáñez Serrador el último que vimos con la tecnología obsoleta? ¿Gozaremos del de Joan Brossa como el primero de la nueva etapa?

Por un día, solamente por un día, el Festival de San Sebastián no se ha beneficiado de este cambio. Las galas de entrega de los Premios Donostia salieron en antena tan 'deficientes' como siempre, con esa imagen medio pixelada. Del mismo modo que las conexiones que se establecieron con el plató montado por TVE en el skyline de la playa de la Concha. Habría que remontarse a los especiales de Alfonso Eduardo Pérez Orozco de hace 40 años, emitidos en las sobremesas en riguroso directo y en blanco y negro, para encontrarnos con un set de la casa en condiciones.

Permaneceremos atentos a la pantalla. Y esperemos que con la definición necesaria. La que se merece, al cabo de medio siglo, La 2.

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