El Gobierno se planteará formalmente el futuro del partido liguero de los sábados que se ofrece en abierto. Con la conclusión del contrato de La Sexta que expira en esta temporada (con un coste de unos 2 millones de euros por partido) y con las autonómicas ahogadas por sus ajustes, cuestionando sus contenidos deportivos, un insostenible precio a la baja de ese encuentro abre la puerta a que toda la Liga se ofrezca en canales de pago. Desde la plataforma Canal + recientemente se tildó de "anacronismo" ese partido en abierto, oferta que pervive sólo en España respecto a las principales potencias futbolísticas europeas.

El Ministerio de Presidencia decidirá finalmente qué acontecimientos deportivos son de "interés general", los que han de ser ofrecidos en abierto, como exigía la Ley Cascos (medida que nació para bloquear la expansión entonces del Grupo Prisa con Canal Satélite) y la vigente Ley Audiovisual. Presidencia se encargaría de esa función que en principio iba destinada para el Consejo Audiovisual nacional, el CEMA, que finalmente no verá la luz. Las funciones de ese organismo que propuso el anterior Gobierno quedarán repartidas entre la futura Comisión Nacional de Mercados y Competencia, Industria y Presidencia.

Será, por tanto, el ministerio que dirige Soraya Sáenz de Santamaría el que establezca mantener, o no, el partido liguero, los partidos oficiales de la selección, los Juegos Olímpicos, y acontecimientos similares, obligados a ser emitidos de forma gratuita por algún operador televisivo.