No suelo hablar en las columnas en primera persona, pero hoy toca. Les diré. A mí me da igual si en los informativos de Canal Sur abren con el gobierno o con la oposición; si le dedican 3 minutos al PP o 2,5 minutos al PSOE. Son esas cosas que sólo preocupan a los consejeros, a los parlamentarios y a los pelotas. El minutado de apariciones no es un asunto que mida necesariamente la calidad de un medio. Pero es lo que sólo les preocupa a los políticos. El ego. Mientras tengan sus apariciones les da exactamente igual lo demás. Y es cuando a mí, como andaluz y contribuyente, no me da igual.

Canal Sur es la cadena de los andaluces, la que pagamos los andaluces (todos, incluso los que no votan) y representa a Andalucía. Nos representa. Por eso es triste que sea un excluyente chiringuito de exclusividades, una clamorosa maquinaria de vulgaridad, propaganda y ocultación. Es triste que despilfarre dinero en profesionales vagos (unos cuantos) y en torno a unas productoras que crean al dictado de los años 40. Me avergüenza que un juez pille a un directivo cobrando comisiones. O que aparezca en La Rueda.

Como espectador me es indiferente cómo funcionan las cadenas privadas o esa TVE lejana y centralista que sólo le interesa Madrid y Barcelona. Pero sí me preocupa que la RTVA, nuestra cadena próxima, esté por sevillanas cuando hay una inundación o una jornada electoral. O que no tenga contenidos que ilusionen a mis vecinos. Con la excusa presupuestaria no sabe salir de lo fácil y lo populachero. La Andalucía de los señoritos. La Andalucía del señor que manda. Poco ha cambiado esta tierra. En la RTVA no se toleran las críticas porque entre los gestores andaluces no hay autocrítica.

Canal Sur funciona mal. El descenso de seguidores (en TV y radio) no es casual. Habla poco de nuestra realidad, de las ciudades, de la cultura, de las universidades, de las empresas y de tantísima gente ejemplar oculta. Los políticos ya se han repartido, otra vez, la tarta. Ahora debería ser el turno de los profesionales, pero con el punto de partida de hoy se lo siguen poniendo difícil.

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