Apple ya está notando en sus cuentas los efectos de la pandemia de Covid-19, con caídas significativas de las ventas de sus estandartes: el iPhone, el Mac y el iPad, aunque por el momento resiste gracias a la subida de los servicios y los wearables.
La empresa que dirige Tim Cook anunció este jueves unos beneficios netos de 33.485 millones de dólares durante los seis primeros meses de su ejercicio fiscal, un 6,2% más que los 31.526 millones del mismo período del año pasado, en su mayoría obtenidos antes de que se declarase la pandemia.
Entre octubre de 2019 y marzo de 2020, la firma de Cupertino (California) facturó 124.069 millones de dólares, un 3% más que los 120.000 millones de hace un año, mientras que sus accionistas se embolsaron 7,63 dólares por título, frente a los 6,70 de abril del año pasado.
El impacto de la crisis
Estas cifras, sin embargo, esconden la tendencia más reciente del negocio de la compañía a causa de la crisis derivada de la pandemia, por la que han caído las ventas de iPhone, Mac e iPad en todo el mundo y solo se salvan los servicios y la tecnología wearable o para el hogar.
Las cuentas de enero a marzo muestran una imagen completamente distinta, con una caída del beneficio interanual y de la facturación por productos.
Así, los ingresos por ventas de iPhone -que sigue constituyendo el principal negocio de la compañía- bajaron en los últimos tres meses un 6,7%; mientras que las de Mac cayeron un 3%; y las de iPad, un 10%.
Solo la tecnología wearable (que incluye dispositivos como los populares auriculares AirPods o los relojes Apple Watch) y los servicios como Apple Music, Apple Care, Apple News+ y Apple TV+ -grandes apuestas estratégicas de la empresa- experimentaron crecimientos interanuales, del 22,5% y del 16,6%, respectivamente.
Problemas en la cadena de suministro
Además de la caída en la demanda global por las consecuencias económicas derivadas de la pandemia y el cierre de las tiendas físicas de Apple en todo el mundo, la firma también tuvo que hacer frente durante los pasados meses a problemas en la cadena de suministro a causa del parón de la actividad en China, donde fabrica la mayoría de sus productos.
La empresa evitó hacer proyecciones de ingresos de cara a la siguiente presentación de cuentas, prevista para julio y que incluirá los meses de abril, mayo y junio, debido a la incertidumbre.
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