En el hemisferio sur, durante los meses de agosto a octubre, tiene lugar la formación del agujero de la capa de ozono correspondiente a la zona de la Antártida, el cual alcanzará su nivel máximo entre septiembre y octubre. A finales de la primavera, la zona más elevada de la estratosfera comienza a sufrir un incremento de las temperaturas que provoca que el ozono se agote de manera más lenta y el vórtice polar pierda fuerza hasta que termina por romperse. No es hasta finales de diciembre cuando los niveles de ozono recuperan su normalidad.

Con motivo del Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, celebrado ayer día 16 de septiembre, el Servicio de Vigilancia de la Atmósfera, CAMS, ha ofrecido la actualización del tamaño anual de este agujero. Pues bien, en la última semana sus dimensiones han crecido considerablemente, logrando una extensión mayor que la superficie de la Antártida y superando en tamaño al 75 % de los agujeros estudiados hasta ahora.

Agujero de grandes dimensiones y potencialmente profundo

El director del Servicio de Vigilancia de la Atmósfera, Vincent-Henri Peuch, ha destacado que a pesar de que este fenómeno guardaba similitudes con años anteriores en sus inicios, empezó a cambiar en septiembre: "este año el agujero de ozono se ha ido desarrollando como se esperaba durante el principio de la temporada, parece bastante parecido al del año pasado, que tampoco fue realmente excepcional en septiembre, pero luego se convirtió en uno de los más duraderos registrados (...) El vórtice es bastante estable y las temperaturas estratosféricas son aún más bajas que el año pasado, estamos ante un agujero de ozono bastante grande y potencialmente también profundo".

Para obtener las mediciones, el CAMS opta por un sistema de modelización por ordenador, unido a las observaciones por satélite, tal y como se utiliza en las previsiones meteorológicas. De esta manera, se obtienen imagen tridimensionales de la zona del agujero de ozono. Se tienen en cuenta otros datos concernientes a la parte ultravioleta-visible del espectro solar, las cuales aunque revierten de gran calidad no se encuentran disponibles en esta zona por la noche polar. También se cuentan con otras observaciones de gran importancia que tienen en cuenta la estructura vertical pero que no cuentan con cobertura horizontal ilimitada.

Uniendo todos estos canales de información mediante un modelo número, el CAMS es capaz de proporcionar una imagen en detalle de cómo el ozono se distribuye, obteniendo una columna, un perfil y una dinámica coherente. La capa de ozono empezó a recuperarse junto a la prohibición de los halocarburos, no obstante esto se trata de un proceso lento para el que habrá que esperar hasta 2060 o 2070 para comprobar si las sustancias se han eliminado por completo.

Debido al tamaño inusual de este agujero de ozono, los expertos de CAMS advierten de la importancia de seguir con los protocolos de vigilancias para que las medidas el protocolo de Montreal se sigan cumpliendo.