Un equipo de investigadores de la Universidad de Sevilla, en colaboración con el Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales, han desarrollado un sistema de aterrizaje de helicópteros y drones no tripulados (UAVs), de forma automática en plataformas móviles a través de múltiples rotores y sin emplear GPS.

Hasta ahora no ha existido una tecnología que permita realizar esto. La seguridad, la observación o el auxilio de personas son algunos de los campos donde se puede incorporar este método y que podría comercializarse en menos de un año.

El catedrático de Robótica de la Universidad de Sevilla, Aníbal Ollero, explica que se trata de un problema  que no está resuelto. Debido a que aterrizar vehículos aéreos tripulados en un sitio pequeño es difícil, pues de forma automática y con total seguridad aún no, aunque se esté moviendo de forma ostensible.

Investigador de la Universidad de Sevilla, Aníbal Ollero

Uno de los supuestos que se ha llevado a cabo es en una plataforma marina de espacio reducido en una embarcación. “Si no se conoce el movimiento, como es el caso, hay que estimar de forma automática cómo es el movimiento de la plataforma con respecto al vehículo que va a aterrizar”, añade Ollero el método que se lleva a cabo.

El objetivo es aterrizar de manera segura en plataformas móviles, sin utilizar un sistema global de navegación por satélite (GNSS) en ninguna etapa de la maniobra de aterrizaje. Además, con una precisión de un centímetro y un alto nivel de robustez.

Para medir la posición y la velocidad que existe entre el helicóptero y la plataforma de aterrizaje es gracias a los ángulos de un cable que conecta físicamente el vehículo y la plataforma. El uso de este enlace incorpora una serie de beneficios adicionales, como aumentar la precisión en el control de la altitud del UAV o suministrar combustible. Asimismo, el cable facilita el centrado del vehículo aéreo y aumenta su estabilidad después de entrar en contacto con la plataforma de aterrizaje. 

Los investigadores realizaron diversas pruebas en diferentes condiciones para medir su precisión y solidez, y los resultados muestran que el sistema desarrollado permitió el aterrizaje de precisión utilizando solo sensores locales. Además de que el helicóptero podría posarse en la plataforma de aterrizaje en múltiples trayectorias a diferentes velocidades.

Con estos métodos, una embarcación podría disponer de una plataforma para que pudiera descender y estacionar, en un espacio muy reducido, un helicóptero o un dron multi-rotor que realice, por ejemplo, tareas de observación, vigilancia o detección de posibles náufragos.

Incluso podría usarse para transporte de pequeños paquetes. “En una de las tecnologías que hemos desarrollado, es posible que la plataforma esté unida con un cable a la embarcación y al vehículo aéreo no tripulado. De esa manera, utilizando ese cable, también se podría alimentar durante un tiempo de energía al sistema que está volando, sin que tenga que aterrizar para recargarle la batería”, indica el profesor de la Universidad de Sevilla.

La tecnología ya es una realidad, aunque todavía no se ha explotado comercialmente. “Aquí no se ha desarrollado un único sistema o prototipo, sino una tecnología y es posible explotarla desde diferentes formas”, añade Aníbal Ollero.