Rincones con encanto

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El corazón del túnel del tiempo

El palacio de la Casa de Alba es la estrella principal de una calle que hasta bien entrado el siglo XVII se conocía por el nombre de su propietario, el Duque de Alcalá.

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De un intimismo multitudinario

En un enclave atiborrado de cofradías resulta de consenso que la gente de la Puerta Real milite en las filas del Museo La muy tardía entrada de la cofradía, ya en la alta madrugada, es la causa de que el gentío que allí se agolpaba haya menguado.

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Una sucursal de la carrera oficial

Antes de que tomase este nombre por una casa de expósitos que allí se fundó en 1558 se llamaba de Carpinteros y también llevó el del krausista Federico de Castro.

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Siempre es jueves en Anchalaferia

Con casi un kilómetro desde Viriato a la Resolana, el mercadillo de viejo del Jueves es su seña de identidad más acusada. Cuando ya sea Viernes Santo casi van a solaparse el retorno de Montesión a casa y la gozosa marcha de la Macarena a Sevilla.

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Crujirán los manes de la nostalgia

Este Viernes Santo contará con un acto preñado de sentimentalismo, el de la visita de los Gitanos a la que fue su morada lLa iglesia de San Román fue destruida en su totalidad en 1936, obligando a los Gitanos a su exilio más doloroso y largo.

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Corazón de la Triana de siempre

El Altozano. La universalidad del arrabal y guarda guarda en esa costanilla que lo enlaza con el puente el enclave que motoriza sístole y diástole del trianerismo más genuino.