Gente de aquí y allá

Claudia Ruiz Cortés, joven promesa del atletismo

  • Claudia empezó a correr cuando solo tenía 6 años y ya con 8 ganó el Cross de Itálica, en Sevilla

La joven Claudia Ruiz Cortés posa con una de sus medallas.

La joven Claudia Ruiz Cortés posa con una de sus medallas. / M. G. (Huelva)

No suelo escribir de personas de poca edad. Estoy acostumbrado a hacerlo de gente que tiene una trayectoria, un bagaje y una historia. Pero ahora lo hago de una puntaumbrieña de pro que, a pesar de ser aún muy pequeña, ya está consiguiendo triunfos y éxitos en su carrera deportiva llevando el nombre de su pueblo por bandera.

Esta niña nació y vive en Punta Umbría, donde transcurre su vida diaria, aunque va a diario a Huelva a entrenar, pues es una atleta muy disciplinada y enamorada de este deporte. No obstante, sabe perfectamente que lo primero son los estudios, a los que les dedica todo su tiempo. Pero se organiza muy bien y el tiempo que tiene libre lo dedica a practicar su deporte favorito.

Claudia tan solo tiene 11 años y estudia desde pequeña en el Colegio Virgen del Carmen. Su hermana mayor, Ahinara, practicaba el atletismo y ella, desde bien pequeña, la admiraba. Por eso empezó también a practicarlo y tiene tan buenas condiciones físicas que gana en todas las pruebas en las que participa. Su madre, Esther Cortés Márquez, es peluquera y regenta un salón de belleza junto a su abuela, en la barriada de San Sebastián de nuestra localidad. Su padre, José Antonio Ruiz Sierra, también es un gran deportista. Además, Claudia tiene a su hermano Manuel, de solo 5 años, que también apunta maneras. Es decir, que la familia entera vive el atletismo como parte de sus vidas. La niña se sacrifica mucho porque después del colegio y de hacer sus tareas diarias se marcha a Huelva a entrenar. Y por supuesto también es un gran sacrificio para sus padres, que a diario deben llevarla, esperarla y volver de nuevo al pueblo.

Claudia empezó a correr cuando solo tenía 6 años y ya con 8 ganó el Cross de Itálica, en Sevilla. Durante el confinamiento por la pandemia del Coronavirus lo pasó un poco mal porque no se podía salir de casa. Pero cuando por fin se empezó a autorizar salir un rato al día, ella salía a correr dándole vueltas a la manzana de su barriada porque no podía vivir sin correr. Y cuando por fin se pudo salir sin restricciones, se presentó, casi sin darle tiempo a entrenar, al Campeonato de Andalucía Occidental, en el que quedó subcampeona. Y poco después participó en el Meeting Iberoamericano, en el que se proclamó campeona sub 12.

Claudia empezó en la Escuela de Atletismo de Punta Umbría, pero más tarde se apuntó en el Club de Atletismo Curtius, que es el decano del atletismo de Huelva, pues fue fundado en el año 1967 y actualmente tiene su sede en el Estadio Iberoamericano “Emilio Martín”, lugar de entrenamiento de todos los atletas onubenses.

Recientemente, el pasado 21 de mayo, ganó en Córdoba el Campeonato Internacional de Andalucía Occidental sub 12 en la categoría de 1000 metros. Una carrera que yo mismo he podido ver y la verdad es que me sorprendió cómo ya desde el inicio Claudia sacó una ventaja impresionante sobre la segunda atleta. Fue increíble verla correr y ver cómo iba aumentado aún más la distancia.

Todos sus sacrificios están teniendo recompensas, al igual que los esfuerzos económicos de sus padres, que están pendientes de ella día tras día y que, para que durante el verano mejore su condición física y no pierda ritmo, la van a llevar al Centro de Alto Rendimiento de Granada, perteneciente al Consejo Superior de Deportes del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. En definitiva, que nadie regala nada, que todo cuesta dinero, esfuerzo y sacrificio. Por eso también de vez en cuando es necesario dar unos golpecitos de ánimo en la espalda. Está claro que nadie hace las cosas para eso, sino por gusto, disfrute y satisfacción, pero unas palabras de ánimo siempre vienen bien. Y más a los niños, que no piensan nunca en los agradecimientos. Pero a sus mayores, que realmente son los que los apoyan, sí que les gusta que elogien a sus niños. Y si no que se lo pregunten a su abuela, que yo mismo vi su cara de felicidad mientras hablábamos de las proezas de su nieta.

Así que querida Claudia, yo, desde estrás páginas, te felicito, te admiro y te doy muchos ánimos para que sigas siempre en esa línea. Y desde luego, no abandones nunca los estudios, porque una atleta culta vale por dos. Y tampoco dejes nunca de llevar el nombre de Punta Umbría con mucho orgullo, porque sin duda vives en el mejor y más bonito pueblo del mundo.

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