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Sevilla

Sevilla recupera la iglesia de Madre de Dios tras ocho años y una restauración de 1,2 millones

Un momento de la misa de bendición de la iglesia de Madre de Dios tras su reapertura.

Un momento de la misa de bendición de la iglesia de Madre de Dios tras su reapertura. / José Ángel García

Una reapertura tras ocho años de cierre y una restauración compleja que ha costado 1,2 millones de euros. El arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz, ha bendecido este viernes la iglesia del convento de Madre de Dios de la Piedad (calle San José) entre el júbilo y la alegría de las religiosas dominicas, sus colaboradores y numerosos fieles. Han sido muchos los esfuerzos realizados para llegar hasta este buen fin debido a la complejidad de la rehabilitación y, sobre todo, a su importante coste. Gracias a una gran donación de una familia sevillana, las subvenciones dadas por el Ayuntamiento, la colaboración de World Monuments Fund y muchas, pero muy importantes, pequeñas donaciones, se ha podido reabrir la iglesia coincidiendo, además, con la celebración del 550 aniversario fundacional y el 150 de la muerte de Sor Bárbara de Santo Domingo, religiosa de Madre de Dios que está en proceso de Beatificación.

El arzobispo Saiz ha sido el encargado de bendecir la iglesia en el inicio de la eucaristía y el Sagrario, a su conclusión. Le han acompañado el arzobispo emérito, Juan José Asenjo; el vicario general, Teodoro León; el secretario general y canciller, Isacio Siguero; y el delegado de Patrimonio Cultural, Antonio Rodríguez Babío. La representación civil la ha encabezado el alcalde, Antonio Muñoz; acompañado por el delegado de Urbanismo, Juan Manuel Flores; y el delegado del distrito Casco Antiguo, Juan Carlos Cabrera. Además, han estado presentes, entre otros, Ángel Candelas, arquitecto que ha dirigido la obra; Carlos Lora, gerente de la Real Fundación Patronato de la Vivienda de Sevilla; Joaquín Egea, presidente de Adepa; o representantes de World Monuments Fund.

Foto de familia de las religiosas con el arzobispo, el arzobispo emérito y el alcalde. Foto de familia de las religiosas con el arzobispo, el arzobispo emérito y el alcalde.

Foto de familia de las religiosas con el arzobispo, el arzobispo emérito y el alcalde. / José Ángel García

En su homilía, el arzobispo se ha congratulado por la llegada de este día de gozo "tras años de trabajo intenso, dificultades y alegrías". El prelado ha resaltado las importantes donaciones y ayudas que han recibido las monjas para restaurar la iglesia de un convento "con una historia y un patrimonio excepcional". También ha ahondado en la figura de Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores; ha destacado la figura de Sor Bárbara de Santo Domingo y ha puesto énfasis en la labor que desempeñan los conventos de clausura: "Somos conscientes de la importancia de las comunidades de vida contemplativa". 

Finalizada la misa, preparada con todo el cariño por las monjas, el arzobispo abría el turno de palabra. Pedía el prelado la intercesión de Dios "para recuperar la dimensión contemplativa de la vida". El arquitecto, Ángel Candelas, ha dado las gracias a las muchas personas que han participado en la compleja intervención y ha destacado la importancia de este convento en la historia de la ciudad.

La abadesa, sor Patricia, siempre acompañada por la entrañable sor Adela, alma de este monasterio, era la encargada de tomar la palabra por parte de las religiosas. Sólo tenía palabras de gratitud: "Es un día de mucha alegría para nosotros. Agradecemos la cercanía de todos. Nunca nos hemos sentido solas. Hemos notado la presencia de Dios en todo este proyecto. La providencia ha querido que la reapertura llegue en el 550 aniversario de la fundación y el 150 de la muerte de Sor Bárbara".

Vista de la iglesia desde el coro alto. Vista de la iglesia desde el coro alto.

Vista de la iglesia desde el coro alto. / José Ángel García

Por último, el alcalde, Antonio Muñoz, se ha mostrado muy satisfecho por la reapertura de una iglesia de tanta importancia patrimonial: "Hoy recuperamos una de nuestras joyas. Esto es un ejemplo de la generosidad de la ciudad". El alcalde se ha mostrado muy satisfecho por haber podido colaborar de manera decisiva en la rehabilitación mediante dos convenios de ayuda y ha reiterado ante el arzobispo su compromiso para seguir restaurando el patrimonio religioso y conventual de Sevilla. El arzobispo recogió con agrado este ofrecimiento para seguir colaborando en esta gran tarea.

Una iglesia en obras desde 2019

Las obras en Madre de Dios comenzaron en julio de 2019. Cinco años antes, a finales de 2014, se había tenido que clausurar el templo tras unos desprendimientos que revelaron los importantes problemas estructurales que padecía, con un grave desplome del muro hacia la calle San José. La restauración la ha capitaneado el arquitecto Ángel Candelas, que se hizo cargo de la intervención a través de FIUS, la Fundación de Investigación de la Universidad de Sevilla. Las últimas tareas han consistido en la consolidación de los principales elementos decorativos, como las pinturas atribuidas a Lucas Valdés y los fantásticos alicatados. Su restauración definitiva queda pendiente para un futuro.

Para ello, se instaló una estructura sobre el arco toral para descargar el peso que soportaba y que ponía en peligro la estabilidad. También se ha hecho una importante intervención en el coro alto. Se ha colocado un novedoso refuerzo de madera para ayudar a las vigas antiguas. Esta actuación ha permitido rectificar la deformación existente en 10 centímetros.

El alcalde, Antonio Muñoz, durante su intervención. El alcalde, Antonio Muñoz, durante su intervención.

El alcalde, Antonio Muñoz, durante su intervención. / José Ángel García

Además de devolver la estabilidad a la iglesia, la restauración ha sacado a la luz importantes sorpresas. En el exterior, en la fantástica portada de Juan de Oviedo, se rescataron restos de policromía en  las figuras de Santo Domingo y la Virgen con el Niño. En el dintel, los escudos de Castilla y los dominicos, conservaban unos colores que ahora se pueden apreciar muy bien. En el interior, adosado al muro de la calle San José, ha aparecido un pozo, un elemento que ha sorprendido mucho a los técnicos y que les ha llevado a hacerse muchas preguntas.

Se han hecho muchas catas en los paramentos para buscar pinturas ocultas. En la nave de la iglesia no ha habido éxito, salvo en la portada de acceso al coro bajo. La capilla del Correo Mayor sí se sabe que estaba totalmente dorada. Los paramentos del coro bajo sí estaban decorados. En el coro alto han aparecido tres hornacinas que estaban ocultas en los muros junto a la puerta de acceso a la zona conventual. En una se ha recuperado una pintura de un manto y una corona que debía servir de dosel a alguna imagen. En la central, se simularían sillares, aunque no se ha sacado a la luz. 

El arzobispo durante la bendición del templo. El arzobispo durante la bendición del templo.

El arzobispo durante la bendición del templo. / M. G.

Son muchas las personas e instituciones que se han volcado con las religiosas dominicas del convento de Madre de Dios para que la reapertura de la iglesia sea una realidad este viernes. Ellas agradecen la enorme colaboración de Carlos Lora, de la Real Fundación Patronato de la Vivienda de Sevilla, que ha ayudado con la gestión y captación de fondos y su control. También señalan a José María Galán, mano derecha de las religiosas dominicas en todo lo que necesitan. Joaquín Egea, a través de Adepa y los colegios Buen Pastor y St. Mary's School, o la organización World Monuments Fund, que ha hecho diversas aportaciones. El Ayuntamiento de Sevilla, que ha firmado varios convenios de ayuda. También ha habido una gran donación de 500.000 euros que dio un definitivo impulso a la restauración. La comunidad de monjas también ha aportado sus fondos provenientes de la venta de dulces y de otros donativos que reciben de particulares

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