La iglesia de San Pedro y San Pablo abrió nuevamente sus puertas en esta Semana Santa de 2022. Lo hizo en esta ocasión para regalar a Granada la salida de la Hermandad de los Dolores. El palio salmón y la dolorosa de López Azaustre dieron, una vez más, la oportunidad de recrearse en el gusto y la clase que encierra la cofradía en su estación de penitencia.

La Hermandad del Trabajo realiza una de las estaciones de penitencia más exigentes, regalando estampas cargadas de emotividad durante la salida en su barrio y de recogida con el pueblo del Zaidín arropando a la Virgen de la Luz. .

La amenaza de lluvia y calima respetó a las cofradías, que salieron a la calle para realizar estación de penitencia. El Cristo de San Agustín volvió a las calles tras haber celebrado el quinto centenario de su talla.

Cinco hermandades hacen estación de penitencia y estos son algunos de los puntos del recorrido más importantes donde disfrutar de las hermandades.

El Covid-19 no arredra el espíritu del pueblo que se echa a las calles para disfrutar de las cofradías que realizaron estación de penitencia. El delegado de Salud, Indalecio Sánchez-Montesinos, ofrece una llamá histórica por los fallecidos durante la pandemia y por todos los sanitarios.

Estos son algunos de los momentos y sitios más destacados donde disfrutar de las cinco hermandades del día: La Borriquilla, Santa Cena, Maravillas, Jesús Despojado y El Cautivo.

Las hermandades incrementan su patrimonio de cara a sus inminentes estaciones de penitencia: orfebrería, bordados y restauraciones, entre las principales novedades
Tres nuevas formaciones musicales granadinas se pondrán de largo esta Semana Santa: La Victoria, El Rescate y Expiración.

El Covid-19 incide deforma desigual en las cofradías: algunas se resienten con la pandemia, otras mantienen el tipo. Entre los grupos de edad que menos participarán en Semana Santa, los niños, cuya presencia decae generalmente respecto a 2019.

La parroquia de San Andrés, conjuntamente con el Arzobispado, convocan una peregrinación y un vía crucis para pedir por el fin de la guerra en Ucrania.

El texto destaca cómo la familia Merino-del Moral ha “sostenido” la cofradía durante casi 300 años.