Polideportivo

El CODA, una apuesta por el deporte más puro

Integrantes del CODA junto a sus técnicos en la piscina del Diego Lobato.

Integrantes del CODA junto a sus técnicos en la piscina del Diego Lobato. / Alberto Domínguez (Huelva)

En el año 2000 un grupo de padres con niños con espina bífida decidieron crear el Club Onubense de Deporte Adaptado (CODA) con el objetivo de que los chavales pudieran tener una formación deportiva que entonces Huelva no le ofrecía. Con el paso de los años el club ha crecido de forma considerable: se comenzó con 6-7 deportistas y en la actualidad son 52 tanto de discapacidad física como intelectual; además, al principio la natación era la única modalidad que se ofertaba (es el deporte más adecuado para las personas con espina bífida) y ahora se ha ampliado al atletismo y también ha englobado el esquí o el baloncesto.

La apuesta del club onubense es por el deporte en su vertiente más pura, la que ayuda a la integración y a la mejora de la calidad de vida de sus deportistas, dejando los resultados y la presión competitiva en un segundo plano. Los jóvenes disfrutan de esos ratos de desconexión y diversión (entrenan cinco días a la semana, teniendo su sede en el polideportivo municipal Diego Lobato) que a la vez les sirven para aprender normas y pautas de comportamiento.

En sus filas cuenta con varios internacionales y campeones del Mundo y Europa; en la actualidad sus principales referencias son los atletas Blanca Betanzos y Nico Castaño y durante un tiempo también estuvo en el club el nadador paralímpico David Sánchez. También han brillado Marina Méndez (que ya dejó el club), María Leandro (que ha superado los 40 años y compite con jóvenes de 18-20, obteniendo muy buenos resultados), Paula Márquez, María Lazo o Marín, entre otros.

“El deporte para ellos es clave aunque no dejamos de lado los resultados porque es importante que sientan que pueden alcanzar objetivos; los que destacan son un referente y un modelo a seguir para los compañeros”, asegura la presidenta de la entidad, Carmen Gutiérrez de Ceballos.

Con los años se valora cada vez más la labor que lleva a cabo el CODA. “El primer gran reconocimiento nos llegó en 2012 con la Medalla de Huelva tras conseguir nuestros representantes varios campeonatos de Europa; fue un momento clave porque a partir de ahí el club experimentó un crecimiento notable. Luego han ido llegando otras distinciones que son un estímulo para seguir trabajando”, recuerda.

Para llevar a cabo todas las actividades el club necesita ayudas, que no cubren todas las necesidades: “El Ayuntamiento nos facilita la piscina; también nos ayudan la Diputación Provincial, la Junta de Andalucía, El Puerto y el Ayuntamiento de Palos; en cuanto a empresas particulares está Ortopedia Gordillo; pero toda ayuda es poca porque hay que contratar monitores... y son muchos los gastos”, añade la presidenta.

Carmen Gutiérrez de Ceballos reclama una mejora “sobre todo en la atención temprana en el medio acuático, que es fundamental y no tenemos posibilidades ni sitio. Hay lista de espera de padres que nos llaman para entrar y no podemos darle una respuesta. Necesitamos una piscina adaptada para ello, algo por lo que llevamos años luchando, pero de momento sin conseguirlo”.

Durante los entrenamientos se trabaja mucho la psicomotricidad, con ejercicios que se adaptan a sus necesidades. Y cuando tienen que viajar a los distintos campeonatos disfrutan de varios días de convivencia, ganan en autonomía y amplían su círculo social relacionándose con otros deportistas. La mejora es doble, tanto a nivel físico como social, con una mayor integración.

Es el CODA, un club diferente con 22 años de vida y dispuesto a cumplir muchos más.

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