El presidente de EEUU dice no necesitar la autorización del Congreso para atacar al país persa. Su asesor de Seguridad Nacional afirma que “mantiene la puerta abierta al diálogo”.

Los lesionados son miembros del personal del centro y presentan lesiones leves, ninguna infligida con el arma blanca utilizada por el atacante.

Los insurrectos golpean la base de la principal agencia de seguridad del país a 50 kilómetros de Kabul. Un suicida estalló un vehículo y luego hubo un tiroteo que se prolongó varias horas.

Los perros estaban sueltos, no tenían microchip y su documentación no estaba en regla. La víctima quedó muy grave, con los dos brazos en estado catastrófico y presentaba desgarros en ambas piernas.

El sospechoso, de 24 años, se suicidó cuando se vio rodeado por la Policía, que descarta vínculos yihadistas.

El atacante, "que había sido liberado hace poco", también resultó herido en el pecho. Ninguno corre peligro. Se descarta que se trate de una caso de terrorismo porque el agresor carece de antecedentes por radicalización.

Una pareja "con acento catalán" les echó en cara días antes que colgaran la enseña.

El presunto agresor, de unos 30 años y de origen iraní, fue detenido por la Policía de Lübeck en el lugar de los hechos.

La primera ministra británica aclara que el ataque fue "efectivo y con objetivos limitados para aliviar el sufrimiento de los ciudadanos sirios". La oposición ve la intervención "legalmente cuestionable" porque ni fue en defensa propia ni contaba con la aprobación de la ONU.