Fútbol | Tercera RFEF

El Cartaya busca puntos para pasar una Navidad tranquila

El Cartaya entrena con ganas tras la victoria de la pasada jornada.

El Cartaya entrena con ganas tras la victoria de la pasada jornada. / AD Cartaya

El triunfo en casa de la pasada semana, muchos meses después, debe darle al Cartaya para pensar que la felicidad existe, que hay vida, que el horizonte puede ser otro muy diferente a partir de ahora. Si aquel nefasto partido en Bollullos determinó caída libre hasta dar con los huesos de Amate fuera del banquillo rojinegro, ahora, con el estupendo estreno de Juanma Rodríguez y ese triunfo de enjundia ante el Xerez, debe suponer un nuevo comienzo. Todo eso en la teoría, porque ya sabemos cómo se las gasta el fútbol y cuáles son sus caminos inescrutables. En todo caso, da la sensación de que el equipo ha ganado calma, pausa, sosiego, justamente lo que faltaba.

Visita Pozoblanco (sábado, 17:00, jornada 12) y ahí, precisamente ahí se juntan todo tipo de sensaciones. En ese campo tan emblemático como exigente, el Cartaya ha tenido de todo, desde ganar para salvar la cabeza de su entrenador (Limón), hasta partidos en los que partía como favorito y acabó estrellándose. Así que aventurarse a un pronóstico es como comprar un décimo que sabes que no va a tocar. Por tanto, dejaremos que el partido fluya, aunque para que el Cartaya gane, tendrá que agarrar la cita por la pechera y mirarle a la cara. El Pozoblanco está en un buen momento y allí ruge y muerde. Esa fue siempre su seña de identidad más reconocible.

En un principio se espera continuidad en el once. Es cierto que los que saltaron del banquillo contribuyeron al triunfo ante el Xerez CD, especialmente Juanma Galán, autor del gol. Pero la disposición inicial convenció al máximo y lo que funciona no se toca. Así que no se espera ataque de entrenador furtivo, sino todo lo contrario.

Por esa regla de tres y echando mano del sentido común, el once más posible del Cartaya en el Valle de los Pedroches será el formado por Marco Montaño en portería, con Manuel, Franci Ruiz, Barrragán y Novoa en defensa. Centro del campo para Antonio Molina, Lolo, Ponce y Miguel Fernández con Fernando Vargas y Wocjik en la punta del ataque.

Ganar es comenzar a comprar los polvorones para aspirar a tener una Navidad sonriente. Perder es volver a donde lo dejó antes del Xerez. A ver qué elige el Cartaya con el permiso del Pozoblanco. En todo caso, se viene partidazo. Y la imaginación se revela con los locales en plan arrolladores, por aquello de meter presión, y con el Cartaya a la contra y saliendo como alma que lleva el diablo en el intento de aprovechar los espacios sin ocupación. Eso en la mente. Seguramente el partido dirá otras cosas que no tenemos previstas. Por eso es tan grande el fútbol.

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