En el CBC ya se está aplicando otra regulación temporal de empleo que estará en vigor hasta finales de 2021.

Patronal y sindicatos alertan del efecto en la industria auxiliar del ajuste que prepara Airbus y que plantea la supresión de casi 300 puestos de trabajo entre sus dos factorías.

La factoría portuense acusa el impacto de la caída de la producción de los programas civiles para los que trabaja, especialmente el A320 y el Boeing 737 MAX. El ajuste en las plantas andaluzas de la división de defensa se eleva a 350 puestos de trabajo, a los que sumaría un millar más en la industria auxiliar.

La medida no afecta por el momento a Puerto Real, donde el consorcio fabrica aeroestructuras para la familia del A320 de pasillo único. La compañía esperar ganar flexibilidad aunque no contempla por ahora elevar la cadencia de producción de su modelo más exitoso.

Los primeros trabajadores se incorporarán de forma temporal a la factoría de San Pablo en Sevilla. La medida es transitoria a la espera de que Boeing retome la producción en marzo.

La factoría portuense aplica la bolsa de horas, una medida de flexibilidad que permite ajustar la producción sin despidos. Los sindicatos piden a la multinacional que concrete sus planes ante la caída de la demanda del A400M y el fin del A380.

La factoría portuense fabrica los recubrimientos metálicos de los motores. El contrato fue adjudicado en 2013 por un importe de 300 millones de euros y una duración de veinte años.

La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos avisó de que estos aviones no recibirían su aprobación antes de 2020. Boeing sufre en bolsa con miles de encargos del 737 MAX en el aire..

El mecanismo en el borde delantero de las alas para despegues y aterrizajes presenta problemas.

La compañía anuncia unos beneficios de 2.149 millones de dólares, un 13% menos que en 2018.