El verano da sus primeros coletazos y la sociedad empieza a atisbar una época estival que sirve para endulzar los sinsabores del año. Este cambio de estación hace que también lo hagan las verduras de temporada. El territorio español destaca por su gran variedad durante todo el año, sin embargo no todas pueden consumirse en su punto óptimo en determinadas épocas.
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Existen múltiples razones para consumir hortalizas de temporada. Una de ellas la encontramos en su sabor, dada la frescura e intensidad de estos alimentos, así como el aroma agradable y lo apetecible que resultan a la vista. Además, si lo comparamos con productos fuera de temporadas, estos alimentos cuentan con más fitoquímicos, antioxidantes y nutrientes. Otro de los beneficios de consumir alimentos de temporada es que contribuye al mantenimiento del sistema alimentario, dado que se genera menos dióxido de carbono en su elaboración.
El verano es sinónimo de descanso y relajación... y también de calor. Por ello, las neveras de todos los hogares se llenan de color, tomando protagonismo dentro de ellas las frutas y las verduras frescas. Muchos médicos y dietistas están de acuerdo en que en verano, con las altas temperaturas, los andaluces mejoramos la calidad de nuestra alimentación respecto al invierno.
Las verduras protagonistas del verano
Con las altas temperaturas no apetece comer, pero es cuando más hay que cuidar la alimentación, ya que el calor produce un desgaste físico muy importante. En estas fechas se recomienda especialmente las ensaladas, aliños, sopas y cremas frías, pescados a la parrilla, sorbetes y helados salados y todo tipo de platos con la más variada verdura.
La verdura, junto a la fruta, es fundamental en la época estival.
Para aquellas personas que no tengan del todo claro el calendario de hortalizas, deben saber que en los meses estivales las preferencias son las siguientes:
En el mes de junio, julio y agosto, hay diversas opciones para sofocar el intenso calor de sus jornadas como pueden ser el pimiento, tomate, habichuela, calabacín, espinaca, puerro o berenjena.
Por último, cabe recordar que para mantenerlas frescas es necesario separar las frutas de las verduras, utilizar bolsas de plástico perforadas, esperar a que maduren o mejor aquellos alimentos que se conserven a temperatura ambiente.
