Hasta mediados de 2018 el transporte de mercancías en contenedor desde el Puerto de Almería se puede decir que era testimonial. En el segundo semestre de 2018, según recuerda Jesús Caicedo, esta modalidad de transporte marítimo dio un salto cuantitativo con la puesta en servicio dos líneas regulares de portacontenedores, fruto de sendos acuerdos entre la multinacional almeriense Grupo Cosentino con Maersk y MSC –las dos navieras más importantes del mundo en el transporte marítimo en contenedores-. La línea de Maersk, que se puso en marcha en junio de 2018, comunica semanalmente el Puerto de Almería con cualquier puerto del mundo, a través del ‘hub’ de Algeciras. Y el servicio de MSC que se estableció en diciembre de 2108-, lo hace a través del ‘hub’ de Valencia. Gracias a estas dos líneas, cada vez más empresas de Almería y de provincias limítrofes realizan operaciones comerciales de importación y exportación con países de los cinco continentes de una forma más rápida y directa.

Los datos evidencian la importancia que ha tenido para el Puerto y para el tejido empresarial el establecimiento de estas líneas de contenedores. Entre enero y noviembre de 2019, según el presidente de la Autoridad Portuaria, el muelle de contenedores de Almería ha movido más de 347.000 toneladas de mercancías, volumen que supone un incremento del 338% en relación a los once primeros meses de 2018, pero que supone casi un 1.000% más que en el mismo periodo de 2017, cuando el tráfico de mercancías en contendor no llegó a 33.000 toneladas. Aunque es verdad que hasta hace año y medio esta modalidad de transporte era casi inexistente, lo cierto es que en solo 18 meses los portacontenedores han adquirido una velocidad de crucero en Almería. Hoy por hoy, la mayor parte de las mercancías que se exportan e importan en contenedor están relacionadas con el sector de la piedra y la construcción, pero como subraya Jesús Caicedo, también se están beneficiando de estas nuevas líneas sectores como el de la agroalimentación y de la industria auxiliar de la agricultura, “que cuentan con un puerto cercano a la zona de consumo y de producción, que los acerca a su vez a puertos de todo el mundo, de manera que pueden conseguir reducir sus costes de transporte y, por tanto, mejorar su competitividad”.