Carmen Olmo.

Todos somos conscientes de que el sector agroalimentario español ha experimentado un profundo cambio en las últimas décadas gracias a la introducción de nuevas variedades y cultivos, la automatización de tareas, la modernización de regadíos, el desarrollo de la sanidad vegetal y animal, etc., que han contribuido a que nuestra agricultura y ganadería incrementen notablemente sus producciones hasta llegar a ser de las más competitivas del mundo.

Pero esta transformación no puede detenerse. Nos enfrentamos a la preocupación creciente por un sistema agroalimentario que debe ser capaz de compatibilizar la demanda creciente de alimentos de la sociedad, en cantidad, calidad y accesibilidad, con la lucha contra el cambio climático, minimizando el impacto negativo de la actividad agraria sobre el medio ambiente. La política europea ha dado un paso al frente en este sentido al impulsar el Pacto Verde y las estrategias de la Biodiversidad y ‘De la Granja a la Mesa’ de modo que la sostenibilidad económica, social y medioambiental en la actividad agropecuaria no son negociables.

También estamos asistiendo a la revolución tecnológica de la agricultura que permitirá que este cambio del modelo productivo sea posible. Ya se están incorporando la automatización, la sensorización y la robótica que facilitan un uso más eficiente de los recursos, se están desarrollando nuevas variedades vegetales resistentes a elevadas temperaturas, a déficits hídricos y a nuevas plagas y a enfermedades aplicando la biotecnología, las tecnologías de la bioeconomía permiten valorizar subproductos y residuos, también las tecnologías de la información y la comunicación que nos van a ayudar en la toma de decisiones.

Así pues, la sociedad en general, y el sector agroalimentario en particular, se enfrenta a dos grandes retos: la sostenibilidad y la aplicación de las nuevas tecnologías digitales. Ambos pueden suponer un cambio estructural en el sector, por lo que es preciso acercar el conocimiento, las tecnologías y las pautas de manejo adecuadas a todos los agentes del sector: productores, directivos de pymes y pequeñas empresas, técnicos y demás profesionales, para que nadie se quede atrás en el mundo digital.

Un modelo en constante evolución

En Cajamar creemos en el poder de la formación continua para impulsar la competitividad y la sostenibilidad de nuestro sector agroalimentario. Por ello trabajamos cada día con intensidad para adaptar la labor de transferencia de conocimiento que venimos desarrollando desde hace más de 45 años a la evolución de la tecnología y los mercados.

Nuestro catálogo formativo que denominamos de ‘especialización’ surge, básicamente, del conocimiento que se genera en los nuestros centros experimentales, enfocado a cuatro grandes áreas temáticas; agrosostenibilidad, alimentación y salud, tecnología de invernaderos y bioeconomía, combinando el aprendizaje teórico y el práctico. Pero no sólo se centra el conocimiento productivo o técnico, sino también ofrecemos formación orientada a la ‘gestión empresarial’.

A esta formación pueden acceder tanto personas que ya desarrollan su actividad profesional en el sector agroalimentario, como otras que tienen el proyecto de incorporarse a la actividad agroalimentaria. Es importante también atraer talento, y generar la cultura del emprendimiento y la innovación para que los jóvenes vean un futuro prometedor en la producción, transformación y comercialización de alimentos.

De forma permanente organizamos jornadas, seminarios, webinars, talleres y cursos. Hasta la pandemia las actividades se realizaban en formato presencial casi exclusivamente, pero el desarrollo de los formatos virtuales nos permitió iniciar el aprendizaje adaptado a la disponibilidad de tiempo, conciliando trabajo y formación, y llegar a un público mucho más amplio y diverso, especialmente desde el punto de vista geográfico.

Hace unos meses pusimos en marcha una plataforma digital colaborativa estructurada en cinco grandes secciones: mercados, observatorio tecnológico, publicaciones, herramientas y formación, orientadas a facilitar a nuestros socios y clientes de todo el sector agroalimentario servicios digitales diferenciales para mejorar el acceso a la información, a su tratamiento y análisis, así como a la correcta toma de decisiones.

Próximamente dentro de la plataforma ampliaremos los servicios del apartado de Formación con una amplia oferta de cursos online que nos permitirá compatibilizar lo mejor de la formación presencial y asíncrona: poder aprender a tu ritmo y crear una comunidad. Es parte de nuestra filosofía, porque en Plataforma Tierra el conocimiento se comparte.