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La realidad de los clubs cannabicos

  • El autor reflexiona sobre este tipo de asociaciones, que son "totalmente legales" siempre que cumplan los requisitos para su constitución.

El abogado Álvaro Höhr.

El abogado Álvaro Höhr. / M. G.

Desde un primer momento debemos decir que los clubs cannábicos son totalmente legales siempre que hayan cumplido los requisitos establecidos para su constitución.

El consumo de cannabis es un asunto que sigue despertando rechazo en la sociedad, seguramente por reminiscencias de los años 60 y 70 en España donde las libertades estaban restringidas. El consumo de alcohol y tabaco está mucho más normalizado en nuestra sociedad y nadie diría que, aun siendo en todo caso perjudiciales para la salud y no aportar ningún beneficio, son conductas ilícitas.

Todo lo contrario ocurre con el cannabis. Oír esta palabra y pensar en ambientes sórdidos, delincuencia, tráfico de drogas y fuente de todo tipo de delitos está en gran parte en la mente de los españoles. Sin duda es fruto de una gran falta de información y prejuicios.

Quiero situar al lector en un elemento nuclear de este asunto y es el conocido CBD o cannabidiol que constituye el componente principal del cáñamo, cuyas propiedades terapéuticas demostradas son: antiinflamatorio, analgésico, antiemético y ansiolítico. Asimismo, no debemos olvidar que nuestra Carta Magna recoge en su art. 10 el “libre desarrollo de la personalidad” por su uso lúdico.

No sólo se puede fumar; existen cremas, aceites y son utilizado de manera terapéuticas por numerosas personas aquejadas de enfermedades como ansiedad, fibromialgias, dolores crónicos… Tanto es así que ya en algunas farmacias podemos encontrar estos productos.

El hecho de que varias personas mayores de edad conformen un círculo cerrado y creen una asociación para su consumo, a la que nadie puede acceder a ellas si no es por medio de otro socio, y sin ánimo de lucro ya que las cuotas de los mismo se destinan al mantenimiento del club; hace totalmente lícitas y legales las mismas.

Allí sólo se consume cannabis con bajo THC, tetrahidrocannabinol, permitido no superando el 0.2%, sustancia que sí activa el sistema de recompensa del cerebro que gobierna la respuesta a comportamientos placenteros produciendo una dependencia y adicción a dicha sustancia en cantidades elevadas.

Los clubs, dado que es prácticamente imposible encontrar CBD “limpio” en el mercado y para no tener que acudir al “mercado negro”, mercado que debe desaparecer por el daño que hace a la sociedad, pueden autoabastecerse teniendo sus propias plantaciones controladas por laboratorios que les garantizan que el producto que consumen es saludable.

No son pocas las ocasiones que oímos noticias de intervenciones policiales donde se “descubren plantaciones” o “irrumpen” en clubs cannábicos dando la peor versión de ellos. En los atestados que ha tenido acceso este letrado destaca la falta de conocimiento de esta sustancia por parte de las fuerzas de seguridad, así como el acervo incriminatorio del Ministerio Fiscal.

Sin duda tanto en olor como en apariencia el cáñamo, siendo más habitual la variedad cannabis sativa, tiene igual olor y apariencia sea con fines terapéuticos o rebasando los límites establecidos por ley convirtiéndose en sustancias que causan grave daño para la salud, aunque esto, lo hablaremos en otra ocasión.

 

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