Violencia machista

La mujer agredida por el preso con permiso tras ser dada de alta: "Si no fuera por los vecinos, estaría muerta"

  • El preso tenía autorización de un juez para viajar a Madrid por "cuestiones médicas"

  • Fue condenado en 2009 a veinte años de prisión por matar a un mujer de 34 puñaladas

Manifestación contra la violencia de género

Manifestación contra la violencia de género / Álex Cámara

La mujer agredida el pasado jueves por un hombre durante un permiso penitenciario ha sido dada de alta tras ser atendida de las siete puñaladas que le infligió. "Si no fuera por los vecinos, estaría muerta". Así lo ha dicho en una intervención en Telecinco en la que ha mostrado las marcas de las seis puñaladas recibidas.

Tras la agresión, que se produjo en Fuencarral, la víctima fue trasladada al Hospital de La Paz. Presentaba heridas leves, ninguna de ellas especialmente grave.

La mujer había quedado en su domicilio con el agresor. "Me agarró del cuello por sorpresa y empezó a apuñalarme. Venía a matarme. Esa era su intención", ha relatado la víctima. Tras ser atacada consiguió salir al rellano de su casa desnuda y sangrando. Allí fue vista por una vecina, que pudo alertar al 112 de lo sucedido. Los vecinos fueron, en primera instancia, los que atendieron a la joven, hasta la llegada de agentes de la Policía Nacional, que le realizaron las primeras maniobras para contener las heridas.

El agresor, condenado a veinte años por matar a una mujer en 2007, tenía un permiso concedido por un juez de Vigilancia Penitenciaria para desplazarse unos días a Madrid por "cuestiones médicas", según fuentes próximas al caso. David Álvaro V. alegó ante el juez Vigilancia Penitenciaria razones de salud para solicitar un permiso para desplazarse a Madrid y dejar por unos días el centro penitenciario psiquiátrico en el que cumple condena en Alicante.

El preso fue condenado en 2009 a veinte años de prisión por un delito de asesinato, según la sentencia dictada por la Sección 29 de la Audiencia Provincial de Madrid. El fallo dio por probado que el 27 de agosto de 2007, mató en un descampado a una mujer con la que mantenía una relación de "cierta amistad". Le asestó 34 puñaladas.

Según la resolución, los magistrados determinaron que en el momento de los hechos el acusado padecía "afectación psicológica no determinada que influyó levemente en su comportamiento" sin anular "su capacidad de conocer y su voluntad". Ahora, el condenado cumplía la condena en un centro psiquiátrico penitenciario de Alicante, estando en Segundo Grado Penitenciario.

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