El 7 de diciembre, miércoles, un hombre desaparecía en la localidad onubense de Manzanilla junto a su nieto. Ambos se dirigían en el coche del abuelo a una revisión médica. El abuelo padecía diabetes y tenía depresión. Al no tener noticias de ninguno de los dos pasadas unas horas, los familiares decidieron denunciar su desaparición.

Un día más tarde unos vecinos encontraban el coche en un camino y en su interior al nieto y al abuelo en una situación de extrema gravedad. El niño de 22 meses, que se encontraba en estado de hipoglucemia y desnutrición por haber estado tantas horas sin comer ni beber, fue trasladado en estado muy grave al centro de salud de La Palma del Condado.

Desde allí decidieron llevarlo en helicóptero medicalizado hasta el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde ingresó con una hipotermia severa tras pasar varias horas atrapado en el coche. El abuelo, por el contrario, fallecía al poco tiempo de ser hallado.

Fallece el menor

Si bien el bebé se encontraba muy grave pero con pronóstico esperanzador cuando fue trasladado al hospital, éste se fue truncando a lo largo de la mañana en que fue ingresado. Según informaron desde el centro sanitario, el pequeño respondió favorablemente a la medicación y el TAC que le realizaron no arrojaba resultados optimistas. El pronóstico del menor era reservado y la familia, que estaba a la espera de ver cómo evolucionaba, ha confirmado durante la mañana del 13 de diciembre que el pequeño ha fallecido. 

Descartado el suicidio del abuelo

Nada más producirse el hallazgo del nieto y el abuelo en el interior del coche de éste, las primeras hipótesis sobre lo sucedido apuntaban a que el abuelo había tratado de quitarse la vida. La madre declaró que ésta era su creencia.

El abuelo no estaba pasando por su mejor momento, sin embargo numerosos conocidos han asegurado que sería incapaz de hacerle daño a su nieto, que de hecho éste era el motivo de sus alegrías. En el interior del vehículo no se han encontrado restos de pastillas que puedan confirmar esta hipótesis. Sin embargo, lo que sí se han encontrado han sido restos de insulina, ya que el abuelo era diabético. 

Por eso en segunda instancia se barajó la hipótesis de que el anciano sufriera un desvanecimiento por una bajada de glucosa. Es posible que a la vuelta del hospital se desorientara por las fuertes lluvias y por eso acabaran en ese camino. Ahora se ha conocido que el resultado preliminar de la autopsia ha descartado que el abuelo se hubiera suicidado. 

El entierro del abuelo tuvo lugar la tarde del 9 de diciembre, a las 17.00 en el cementerio municipal de Manzanilla, según recogió el Diario Huelva Información.