El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, anunció ayer que antes de final de año estará lista la reforma de la ley del aborto, con la que se pretende a un tiempo ampliar los derechos del concebido y amparar el derecho a la libertad de la mujer.

Así lo explicó en la Comisión de Justicia del Senado, donde puso fecha a las reformas anunciadas por su departamento, entre ellas la de la ley de salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo, que entró en vigor en 2010.

Gallardón recordó que esta reforma supone el cumplimiento del programa electoral y que responde a la necesidad de realizar una "ampliación objetiva de derechos para situar la vida del concebido como un elemento que acompaña al derecho al libre desarrollo de la personalidad de la mujer". "Se trata así de ceñirnos a la doctrina constitucional, que extiende el amparo a ambos derechos sin dejar ninguno desprotegido", como sucede en la actual legislación y apeló al consenso de todos los grupos políticos para sacar adelante las reformas.

Por su parte, las asociaciones antiabortistas aseguraron que la postura de Gallardón "no es el camino" y pidieron "transparencia" al Ejecutivo, al tiempo que criticaron la vuelta a la ley del 85, "una regresión porque equipara el derecho de la mujer de quitar la vida al niño con el derecho a la vida".

También, las asociaciones feministas criticaron que la reforma supone un "retroceso" y pidieron al ministro que espere a la resolución del Constitucional. A su juicio, el cambio no implicará un descenso en el número de abortos y condenará a las mujeres "a realizarlos clandestinamente".