Cuando todavía no se está en Europa a un ritmo alto de vacunación y en otros países, como los Estados Unidos o el Reino Unido, no se nota aún los efectos de la inmunidad, llegan noticias desde América del Norte sobre las mascarillas. El doctor Anthony Fauci señaló que es "posible" que los estadounidenses necesiten usar protección en 2022 para protegerse de los contagios contra el coronavirus, según ha recogido la CNN. 

Este comentario lo ha destacado dentro de un análisis en el que Fauci apuesta porque los Estados Unidos puedan alcanzar "un grado significativo de normalidad" a finales de este año 2021. El doctor, que asesoró a Trump y, ahora, a Biden, es experto en enfermedades infecciosas y tuvo varias polémicas con el anterior presidente debido a la gran cantidad de contagios, saturación de hospitales y fallecidos. 

Hay que señalar que el número de muertos por el coronavirus en los Estados Unidos está cerca de las 500.000 personas. La recién estrenada administración Biden ha presionando el uso de mascarillas y el propio presidente firmó una orden que obliga a los viajeros interestatales a usarlas, así como en los edificios federales. 

Vuelta a la normalidad

Fauci insistió en la importancia de las medidas de mitigación para combatir el coronavirus y sus variantes emergentes, como las cepas británica y sudafricana. También, apuntó que hay muchos estadounidenses que tienen fatiga pandémica. Ante esto, expresó que, a finales de año, podría haber un grado significativo de normalidad después del año que se ha sufrido. 

Asimismo, ha explicado que, conforme se acerque el otoño y el invierno, podría haber un grado de normalidad tras muchos meses de vacunación entre los estadounidenses. Sin embargo, insiste en la necesidad del uso de las mascarillas para frenar la propagación del virus, tal y como también señalan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). 

Las numerosas investigaciones señalan que las mascarillas ayudan a proteger tanto a las personas que la usan como a quienes las rodean de la transmisión del virus. En España, sigue siendo obligatorio usar la mascarilla en la calle y en los interiores, salvo cuando se vaya a comer o beber en los bares y restaurantes. La medida comenzó a implantarse en el verano de 2020 y, desde ese momento, no se ha relajado nunca.