Sociedad

Declarados tres nuevos monumentos naturales en Huelva, Jaén y Almería

  • La Junta aprueba la declaración de tres nuevos espacios naturales en las provincias de Huelva, Jaén y Almería, siendo ya 40 los enclaves singulares de la naturaleza que cuentan con este régimen especial de protección

El Consejo de Gobierno ha aprobado la declaración de tres nuevos monumentos naturales en las provincias de Huelva, Jaén y Almería. De este modo, son ya 40 los enclaves y elementos singulares de la naturaleza que cuentan con este régimen especial de protección. El monumento natural es una figura prevista en la legislación andaluza de espacios naturales para aquellos elementos o enclaves ecológicos o paisajísticos como cuevas, peñas, dunas, árboles centenarios, islotes, bosquetes o formaciones geológicas, que presentan valores singulares y cuya extensión no sobrepasa las 10 hectáreas.

El primero de estos nuevos monumentos naturales andaluces ha sido declarado, precisamente, teniendo en cuenta su singularidad geológica -la Montera de Gossan-, en el interior del Paisaje Protegido de Río Tinto, en el municipio de Nerva (Huelva). El principal interés de este enclave es su valor didáctico, que facilita el conocimiento de los yacimientos de sulfuros típicos de la región.

En cuanto a su valor cultural, este espacio estuvo muy vinculado a las explotaciones mineras en esta región, especialmente durante la época romana en la que ya se trabajaban estos afloramientos mineralizados de superficie. Las galerías que han podido reconocerse se encontraban, en su mayoría, en la parte baja de esta formación superficial de sulfuros que suele tener varios metros de espesor y que se conocen como gossan. La Montera posee mucho de los requisitos que se tienen en cuenta para su declaración como monumento natural, ya que es uno de los pocos puntos de la provincia y probablemente de una amplia región continental, donde aún se reconoce este tipo de formación geológica.

La declaración como monumento natural de La Montera de Gossan permitirá a la Consejería y a la Fundación Río Tinto la realización de actuaciones conjuntas para su visita ya que está dentro de otra figura de protección de la Red de Espacios Naturales, Paisaje Protegido del Río Tinto, y la visita se encuentra dentro de los itinerarios establecidos por la Fundación para conocimiento de esta zona minera.

BOSQUE DE LA BAÑIZUELA

En el caso del Bosque de la Bañizuela en Torredelcampo (Jaén), se protege por su especial singularidad. Esta declaración reconoce los valores que tiene el espacio -una comunidad vegetal singular con casi 30 especies de árboles, arbustos y setas-, valoración social, reconocimiento e interés fruto de sus características biológicas, ya que además es una magnífica representación de bosque mediterráneo con encinas y alcornoques.

Este enclave natural también destaca por la antigüedad de muchos de sus ejemplares de árboles y arbustos, entre los que destacan los quejigos, coscojas, durillo, jazmín amarillo, clemátides y madreselvas. En este sentido, en la zona se sitúa un cortijo que da nombre al bosque y en el que se encuentra un ejemplar de árbol catalogado como "singular", el denominado "Arrayán de La Bañizuela", considerado una joya de la botánica.

La declaración como monumento natural de La Bañizuela permitirá a la Consejería y al Ayuntamiento de Torredelcampo la realización de actuaciones conjuntas de mejora ambiental, como la limitación de accesos a determinadas áreas y el establecimiento de un perímetro de 10 metros de anchura para favorecer la regeneración natural, entre otras actividades.

LA CUEVA DE AMBROSIO

El tercero de estos nuevos enclaves es la Cueva de Ambrosio, en el término municipal de Vélez-Blanco (Almería), que debe su reconocimiento a su carácter ecocultural. Esta zona es uno de los yacimientos paleolíticos más importantes de la península ibérica, en el que se define un paisaje de oquedades kársticas en la ribera del arroyo del Moral. Este yacimiento es Bien de Interés Cultural por las manifestaciones de arte rupestre, declaradas Patrimonio de la Humanidad, situadas en Vélez-Blanco y María. Este enclave lo constituye un abrigo que se abre sobre el borde de un precipicio de 100 metros de altura en la cabecera del arroyo del Moral.

La Cueva de Ambrosio posee mucho de los requisitos que se tienen en cuenta para su declaración como monumento natural; se trata, en suma, de un espacio con carácter forestal, si bien en el entorno aparecen actividades ganaderas, cinegéticas y de investigación arqueológica. Desde el punto de vista faunístico en la zona destacan especies como el búho real, el búho chico, el águila culebrera, el halcón peregrino y la chova piquirroja.

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