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La ruptura ya está aquí

  • Castro asumió el voto de Sevillistas de Nervión en contra de su vicepresidente, Del Nido Carrasco. La Junta se posicionó mayoritariamente con el presidente.

La guerra accionarial en la sombra que estaba viviendo el Sevilla se puso por fin de manifiesto durante la Junta General de Accionistas. Antes de que comenzase la asamblea, el secretario de la misma, José María del Nido Carrasco, intentó rechazar el quórum por, en su opinión, la situación de alegalidad en la que está Sevillistas de Nervión. José Castro asumió la responsabilidad e impuso su criterio, haciendo constar en la Junta el voto del grupo que ha venido sosteniendo al Sevilla desde principios del siglo XXI. La disensión en el seno de los accionistas mayoritarios ya es patente, con la familia Del Nido por un lado y el resto de miembros de Sevillistas de Nervión (Castro, Roberto Alés, Francisco Guijarro y José Gómez Miñán), más el apoyo tácito (y efectivo según los votos de la asamblea) de Rafael Carrión y otros accionistas por otro.

Castro echó abajo las tesis jurídicas de Del Nido Carrasco y para ello se apoyó en un acta notarial por la que asumió la portavocía del grupo que ha dado equilibrio social al club. El vicepresidente Del Nido Carrasco aseguró que la sociedad mercantil no podía ejercer su voz ni voto en la junta por no haber presentado sus cuentas anuales, circunstancia que se viene produciendo desde 2010, y por estar caducados los cargos de su consejo de administración, y quiso rechazar su acreditación en aplicación del artículo 222 de la Ley de capitales sociales y del artículo 145.3 del Reglamento del Registro Mercantil. "A mi entender -explicó Del Nido Carrasco-, la sociedad Sevillistas de Nervión se encuentra sin órgano que la rija. Según el acta del consejo celebrado el 17 de diciembre, a mi juicio irregularmente celebrado ya que en el orden del día se incluyeron dos puntos que no se podían incluir, como el nombramiento del vicesecretario y, también, el de la persona que represente a la sociedad en esta junta, recayendo dicha representación en la figura de nuestro presidente, José Castro". El presidente le replicó que "el presidente se responsabiliza y entiende perfectamente válida mi representación de Sevillistas de Nervión". "Pese a que los cargos del consejo de administración estuvieran caducados desde noviembre desde 2011 -argumentó el presidente-, que históricamente he mantenido esa representación desde noviembre de 2011, con exactamente las mismas condiciones que hasta ahora, con esos cargos caducados, siendo a efectos de hecho representante de Sevillistas de Nervión, porque se me ha reconocido expresamente la representación sin la menor objeción de nadie".

Imágenes: Antonio Pizarro

Eduardo Arenas, en representación de Voz del sevillismo, apoyó la decisión de Castro y subrayó la legalidad del voto de Sevillistas de Nervión con la doctrina jurídica, sobre la base de "la actividad puramente conservativa de la sociedad en casos de acefalía o inexistencia de cargos", como es el caso.

El desaguisado jurídico de la representación de la acciones escenifica, ya sin caretas, la guerra abierta entre José Castro y sus apoyos accionariales dentro y fuera de Sevillistas de Nervión y la familia Del Nido. El ambiente previo de la Junta era tenso, y esa tensión quedó en evidencia en la reunión que mantuvo el consejo con los dos accionistas de Sevillistas de Nervión presentes: Francisco Guijarro y José Gómez Miñán. Roberto Alés estaba ausente, pero al tanto de todos los movimentos. Ambos apoyaron, en esa charla privada previa en un salón anexo, a Castro y su tesis de representar las acciones de la sociedad en contra de la opinión del secretario. El desencuentro entre el presidente y el vicepresidente quedó patente. Y se abre un nuevo panorama.

A Del Nido Carrasco se le preguntó directamente si iba a impugnar a posteriori los resultados de esta Junta por el voto de Sevillistas de Nervión. Legalmente podría hacerlo y ése es el nuevo caballo de batalla que podría presentar la familia Del Nido ante Castro, apoyado éste fuertemente por Alés y el resto de Sevillistas de Nervión.

El respaldo del resto de accionistas quedó patente también. Hubo aplausos al discurso de Castro. "Parecía que el presidente Castro iba a ser un cargo títere y el presidente ha salido respondón y va a poner su carácter y su criterio encima de la mesa. No dude que cuenta con mi apoyo", dijo un accionista entre aplausos.

Pese a esta clarísima disensión que tendrá sus consecuencias a medio o largo plazo en la configuración de la cúpula del club, los accionistas apoyaron la gestión del actual consejo, casi sin fisuras. El informe anual de cuentas se aprobó con un 89,9%; el informe de gestión, con un 87,45%; y la aplicación de la gestión, con un 99,22%. A partir de ahora, en el consejo convivirán dos facciones enfrentadas. Y la duda es hasta cuándo se podrá sostener esta situación.

Imágenes: Antonio Pizarro

Tensión y reunión previa con Guijarro y Gómez Millán

Mientras el grueso de los accionistas se acreditaban, el consejo de administración del Sevilla mantuvo una reunión en un salón anexo al que acogió la Junta. A ella fueron invitados los dos miembros presentes de Sevillistas de Nervión que no están en el consejo: Francisco Guijarro y José Gómez Miñán. Pese a las desavenencias entre estos dos accionistas, ambos apoyaron a Castro. En la reunión se intentó arreglar el asunto del voto de Sevillistas de Nervión, pero Del Nido Carrasco insistió en no admitir la acreditación de la sociedad mercantil. El presidente, sabedor de que esto iba a suceder, asumió la representación del grupo, con la anuencia de los miembros... excepto, se supone, la del ausente José María del Nido Benavente.

El modelo de gestión propiciará un nuevo superávit de 8,8 millones

Las cuentas del ejercicio 13-14 fueron aprobadas por el 99,22% del accionariado. Con un superávit de 4,7 millones de euros, tras unos ingresos de 102,237 millones y unos gastos de 96,177 millones, Juan Luis Villanueva sacó adelante su memoria económica, en la que defendió el modelo de gestión del Sevilla, sobre las ventas para mantener el coste salarial de la plantilla. Más de la mitad de gastos, 51,9 millones, fueron para salario del primer equipo, cantidad inasumible sin los 32,8 millones de traspasos. El presupuesto del presente ejercicio prevé unos ingresos ordinarios de 65,5 millones, más 43 millones por traspasos. Eso posibilitará subir a 71 millones la masa salarial de la plantilla. Aun así, el superávit previsto es de 8,8 millones.

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