Sevilla-Eibar · el otro partido

La rotación equivocada

  • Emery lleva tres partidos con la misma línea de tres cuartos. La falta de frescura de los hombres creativos ayudó al ordenado Eibar.

La tarde le puso color al cierre del gran 2014. El Sevilla se va de vacaciones antes que nadie y sin saber si comenzará 2015 como cuarto. Hubiera sido bonito, significativo, que el equipo de Unai Emery hubiese despedido el año en el que ganó su tercer título continental y volvió por derecho propio a Europa como único poseedor interino de ese puesto de privilegio. Quizá no lo mereció. O quizá no mereció saberlo con una semana de antelación.

Aún puede ser el que cierre los puestos de más honor de la Liga. El Eibar puede ser el juez de ese cuarto puesto, pues recibe el sábado al Valencia. Si ganan los levantinos, los oportunistas le afearán a Emery el empate en casa. Si ganan los vascos, Emery podrá presumir de cerrar un ciclo con buenos números... si no gana el Villarreal.

Las dudas persisten. Parece que van a acompañar siempre al pertinaz técnico de Fuenterrabía. Ante el Eibar hacía falta frescura de ideas, intensidad, dinamismo, "agresividad ofensiva", como pide él mismo... ¿Por qué utilizó por tercer partido consecutivo a la misma línea de tres cuartos, la que debe tener más frescura para desarmar a un equipo bien armado?

Reyes, Banega y Vitolo fueron nuevamente los elegidos de inicio para ser los trescuartistas. Como en Vallecas, como ante el Rijeka. Tres partidos en siete días para tres hombres que viven de la imaginación, el desborde, la precisión, la chispa. Reyes no jugaba 180 minutos en cuatro días desde marzo: euroderbi y Valladolid, ambos en Nervión. Del último tramo liguero, siete partidos, Reyes ha jugado seis, igual que Vitolo: sólo descansó en el Camp Nou. La rotación equivocada contribuyó a que el Eibar se ordenase y se amparase, también, en esa necesaria dosis de fortuna que hace falta para limar la diferencia cualitativa.

La rotación venía viciada desde el once elegido ante el Rijeka. Aquellos polvos trajeron estos lodos. Quizá el jueves debió descansar Bacca. Ante el Eibar hubiera hecho falta un delantero referencia, más cuerpo a cuerpo con los fornidos centrales, Albentosa y Raúl Navas. Quizá Emery entendió que la mejor forma de combatir su altura era buscar sus bajos con un ratonero como Gameiro.

Lo intentó de todas las formas Emery. Con dos laterales fuera de su sitio (Aleix Vidal y Figueiras) para aprovechar su mayor vocación ofensiva. Dando entrada a Bacca antes de la hora de juego (minuto 57). Y sacando a Denis Suárez y Deulofeu como últimos recursos de urgencia. ¿No hubiera sido mejor sacar, ante un rival cerrado, a Deulofeu de partida para aprovechar su perseverancia desbordadora, su buen golpeo en juego o a balón parado? Todo eso es a toro pasado. Si Bacca no hubiese estorbado en el gol de Mbia...

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