Liga de campeones - sevilla-juventus · la previa

Una noche cinco estrellas

  • El sevillismo vive uno de los partidos más exclusivos de su historia con el reto de pasar a octavos como líder de grupo ante un rival del fuste de la Juventus.

  • El empate les vale a ambos.

La plantilla sevillista, momentos antes de iniciar el entrenamiento de ayer bajo la lluvia en la ciudad deportiva.

La plantilla sevillista, momentos antes de iniciar el entrenamiento de ayer bajo la lluvia en la ciudad deportiva. / fotos: juan carlos vázquez

Y que sean muchas más... El Sevilla vive y disfruta de una dimensión superior a la que ha sido su plano existencial a lo largo de toda su historia. Una cosa es recibir a la Juventus y ya está, y otra cosa es recibir a la Juventus y tratarla de tú a tú, disputarle el primer puesto de un grupo de Champions y mirar de reojo los posibles cruces en octavos de final de la más prestigiosa competición a nivel de clubes.

Es verdad que primero ha de certificar la clasificación para la siguiente ronda, en la que estarán sólo los dieciséis mejores clubes de Europa, pero ya en eso supera este Sevilla al que hace poco menos de un año recibía en este mismo escenario también a la Juventus, pues en aquella ocasión el objetivo era lograr un triunfo para continuar en Europa en el torneo que tantísimo brillo y plata ha traído a este rincón de Sevilla.

Hoy no se trata de ser tercero de grupo. Hoy el Sevilla, al que le vale un empate para meter su bolita en el bombo de octavos, lucha por mucho más. Lucha por engrandecer más si cabe su escudo, lucha por lanzar, como Tarzán en la inmensidad de la selva, un alarido de poderío ante todo el fútbol mundial. Es el Sevilla, es uno más de esa temida manada de lobos que para cualquier club europeo es la élite del fútbol español, un fútbol que garantiza competitividad, una agresiva respuesta y un lugar hegemónico en Europa y en el mundo.

Alineaciones del Sevilla-Juventus. Alineaciones del Sevilla-Juventus.

Alineaciones del Sevilla-Juventus. / Dpto. de Inforgrafía

Supone lo de esta noche apuntarse al lujo de la Champions y sus poderosos patrocinadores y no sólo como invitado al que todos palmean la espalda esperando su retirada una vez vivido el momento. Cuando alguien empieza a resultar incómodo en una reunión es cuando le disputa el botín a los asiduos y en esa disposición quiere estar un Sevilla que si por algo se caracteriza es por la ilusión inagotable de llegar cada vez más lejos. Y si eso es así, si ésa es la filosofía, el Sevilla y el sevillismo están hoy en el lugar perfecto, en un estadio que vivirá sus mejores galas y en una de las noches más grandes que se pueden vivir en la presente temporada.

Metidos en el meollo de la cuestión y una vez disfrutado del ambiente, el Sevilla mira de frente este partido con la intención de apretar los puños para no tener que ir con el cuchillo entre los dientes a Lyon en la última jornada, pues además el equipo francés ha ido a más en el último mes (acumula tres triunfos seguidos en su liga) y se supone que sumará los tres puntos ante el Dinamo de Zagreb. Está cantado que las especulaciones sobre cómo quedaría el grupo irán fluctuando conforme esta noche se vayan moviendo los marcadores, pero el Sevilla -y así lo ha anunciado Sampaoli- no debe ir con tonterías por mucho que, por ejemplo, un empate deje clasificados a nervionenses y juventinos.

El 0-0 en Turín fue el trampolín del Sevilla, el único junto al Leicester que no ha recibido gol

La cita añade, además, el morbo del regreso de Daniel Alves al regazo de la madre que le dio la vida en esto del fútbol. El brasileño le debe todo lo que es al club que un día apostó por él y, si juega, sabrá agradecerlo ante una afición que aún lo venera.

En cuanto a los actores, mucho se habla de las ausencias que el líder y vigente campeón de la Serie A italiana llorará en este partido, pero el simple ejercicio de comparar plantillas y presupuestos hace que esta reflexión deje escapar una sonrisa. Sin Higuaín ni Dybala, la Juventus es igualmente temible, mientras que en el Sevilla todos andan pendientes del estado físico de un descarte de uno de sus rivales directos en Europa, el Manchester City. El concurso de Nasri es la gran incógnita por su precedente ante el Barcelona, pero la presencia o no del francés sólo será un matiz anecdótico de lo que seguro será una gran noche, una noche cinco estrellas.

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