El Sevilla asegurará la segunda plaza del Grupo H y, por consiguiente, el pase matemático a los cuartos de final de la Liga de Campeones si logra vencer mañana al Dinamo de Zagreb y, al mismo tiempo, la Juventus gana su partido ante el Olympique de Lyon.

Juventinos y sevillistas lideran el grupo empatados a siete puntos, lo que significa que si ganan sus partidos sumarían 10 y serían inalcanzables para franceses y croatas, que suman tres y cero, respectivamente. Ello significaría haber logrado, con dos jornadas de antelación, uno de los objetivos marcados por el club en la presente campaña, dar un paso más en la máxima competición continental y entrar en la fase de eliminatorias.

El reto es factible, pues el Dinamo, con ocho goles recibidos y sin estrenarse a favor, ha demostrado ser la cenicienta del grupo, mientras que el equipo de Massimiliano Allegri, líder destacado en la Serie A italiana, está muy fuerte, juega en casa y, en teoría, lo tiene todo a favor para vencer a un Lyon que se ha mostrado bastante irregular.

Lo que ha dejado prácticamente amarrado el Sevilla es su continuidad en Europa cuando regresen las competiciones en febrero. La única manera de que el equipo de Sampaoli acabara último de grupo y que, por tanto, ni siquiera entrara en la Europa League sería que perdiera los tres partidos que le quedan: el de mañana, la visita a Lyon y la comparecencia de la Juventus en Nervión en un duelo que puede ser el que decida el campeón del grupo. Pero, además de perder los tres partidos, el Dinamo de Zagreb tendría que ganar los tres que restan y que el Lyon derrotara a la Juventus en esta jornada. Una carambola casi imposible.