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Un final a pedir de boca

  • Depender de sí mismo y los duelos directos de los que ansían su tercer puesto, las grandes bazas del Sevilla para atar la Champions · Con siete puntos la asegura matemáticamente

La última jornada ha deparado uno de esos bandazos del fútbol que vuelven lo negro a blanco, o viceversa. La victoria del Sevilla en Villarreal y la derrota del Valencia en Montjuïc han aclarado muchísimo un panorama que parecía muy borrascoso para el equipo de Manolo Jiménez después del ciclo de cuatro derrotas consecutivas que comenzó con el traspié ante el Getafe. Ahora, el Sevilla tiene en su mano aferrarse con fuerza a la tercera plaza que ostenta desde el final de la primera vuelta, justo después de ganar al Deportivo en Riazor en la jornada 18. Tanto el cuerpo técnico como la plantilla no piensan en otra cosa que en entrar en la Champions por la puerta grande, es decir, sin jugar la previa, y para ello les bastaría con ganar tres partidos de los cuatro que quedan o incluso menos.

Las grandes bazas del Sevilla para atar la Liga de Campeones, ya sea como tercero o cuarto, son que depende de sí mismo para sacar adelante un calendario que tiene sus aristas pero está lejos de meter miedo. Mallorca y Deportivo en casa y Osasuna y Numancia fuera son las cuatro citas pendientes del conjunto de Jiménez, al que le bastarían nueve de los 12 puntos para llegar a 69 y ser inalcanzable. Y con siete amarría matemáticamente el cuarto puesto.

Sus principales escollos en este final de Liga son que el Deportivo lucha por Europa y que Osasuna es uno de los varios implicados por evitar el descenso, pero a su favor juega saberse dueño de su propio destino, amén de terminar la Liga en Soria ante un Numancia que puede ser ya de Segunda.

Mucho peor lo tienen sus perseguidores. Valencia (56 puntos), Atlético (55) y Villarreal (55) tienen duelos directos entre ellos, llevándose la peor parte el conjunto ché, que debe visitar el Vicente Calderón y El Madrigal. No queda ahí la cosa. Valencia y Villarreal tienen una jornada complicadísima este fin de semana frente a Madrid y Barcelona. El equipo de Emery recibe el sábado al Real Madrid, que, pese a la humillación del sábado, aún puede alimentar esperanzas esperando el fallo del Barcelona al día siguiente, cuando recibe al equipo de Manuel Pellegrini, después de haber jugado en Londres el miércoles.

El Atlético es el que lo tiene más fácil de este grupo de perseguidores, puesto que, al margen del duelo directo con los hombres de Unai Emery al calor de los suyos, visita al Almería en la penúltima jornada y recibe en la última al Athletic, que a finales de mayo ya debe tenerlo todo hecho tras haber jugado la semana que viene la final de Copa. El principal escollo de los colchoneros es la visita al Calderón de un Espanyol lanzadísimo que ha sacado la cabeza del hoyo y está henchido de moral tras la forma en que vapuleó al Valencia el domingo.

A principios del curso, cualquier aficionado hubiese firmado con los ojos cerrados no sólo afrontar el mes de mayo como tercero y dependiendo de sí mismo, sino con el goal average ganado a dos de sus tres perseguidores, Atlético y Villarreal, lo que habilita al Sevilla a firmar la Champions con dos victorias y un empate pase lo que pase. Además, en caso de triples empates con el Valencia y otro de los dos implicados, sale victorioso, en espera de lo que pase en los duelos directos entre ellos. Pero la idea del club, del cuerpo técnico y de la plantilla es aprovechar este final a pedir de boca, ganar tres partidos y no tener que hacer cábalas para atar el tercer puesto. En su mano está.

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