Aitor Puerta ya puede presumir de haber tocado a un ídolo del fútbol. Carlos Tevez lo acompañó como capitán del Boca Juniors a depositar el ramo de flores y luego le quitó a su Sevilla el trofeo con que en Nervión se honra a su padre. El diez xeneize quiso apuntar su nombre en el palmarés del torneo. Un bonito homenaje de garra, como la que desarrolló Puerta.

El espectáculo fue digno del acontecimiento. Y lo fue en la grada, con media entrada animosa en el Sánchez-Pizjuán y en el césped. Da gusto ver jugar a este Sevilla que continúa creciendo de la mano de Jorge Sampaoli. Juegue quien juegue, estén los internacionales o no, con o sin Nasri, el Sevilla siempre es fiel a la consigna de tener en el balón el mejor amigo. El juego combinativo como seña de identidad grabada a fuego. Y da igual que esté enfrente el Barcelona o el Boca Juniors. Aunque esa puesta en escena tan atractiva para el aficionado continúa teniendo el lastre de algunos defectos defensivos que se acentuaron con una zaga de circunstancias, con los que menos han jugado. En concreto, la línea de tres la formaron Carriço, Kranevitter y Kolodziejczak. Boca tiene sus armas, claro que sí, y aprovechó en la primera mitad sus virtudes y los defectos del Sevilla. De ahí que se fuera a los vestuarios en el descanso por debajo del marcador, aunque los hombres de Sampaoli bien que pudieron haber hecho mucho más daño a poco que Correa hubiese tenido más fortuna en un par de remates diáfanos, tras preciosistas combinaciones, sobre todo un mano a mano justo después del 0-1.

Abrió el marcador el delantero centro de Boca. Benedetto marcó con una acción de mérito: media vuelta y rapidísimo remate desde la frontal para ajustar el balón al palo. Un hermoso tanto que tuvo la réplica en otro aún más bello que ilustra sobre el potencial de este Sevilla. N'Zonzi, desde su atalaya de líder , lanzó un derechazo de primera que también se alojó junto a la cepa. Fue el remate a una jugada muy característica de este Sevilla: subida poderosa de Kolodziejczak, apoyo en Sarabia y centro atrás del central para que Mariano se la dejara al esbelto medio centro. Una preciosidad de gol.

Pero Boca quería seguir dándole rienda suelta a la pasión de su hinchada y Pavón, tras un aviso con un demarraje espectacular que salvó Sirigu, vio puerta en otra acción en la que puso en evidencia a Kolodziejczak, con un recorte espectacular de la creciente estrella de Boca y la posterior definición ante Sirigu.

Al descanso, Sampaoli vio el agujero y retrasó a Iborra -muy participativo en el juego combinativo- a la posición de central, para que Kranevitter se adelantase y escoltara a N'Zonzi. Y mandó a Sarabia a la derecha y a Correa a la izquierda, con Ben Yedder solo en punta. Digamos que se cubrió mejor las espaldas sin dejar de mirar arriba. Estaba en juego el honor del homenaje a Puerta.

Pero Tevez estaba agazapado para sacar su calidad. Y lo hizo en un balón largo, previa falta de Benedetto a Iborra, que recogió y mandó a la red con una preciosa parábola. 1-3 a la hora de juego.

El Sevilla tocó zafarrancho y Boca se ató los machos, defendiendo en el área como un jabato. Recortó Kolodziejczak en un córner y Vietto llevó la igualada en el 89 con otro cabezazo tras una gran combinación. Pero Tevez quería decir la última palabra. Con el tiempo cumplido remató su homenaje a Puerta.

Ficha técnica:

3 - Sevilla: Sirigu; Carriço, Kranevitter, Kolodziejczak; Mariano, N'Zonzi (Franco Vázquez, 68'), Iborra, Sarabia; Ganso; Correa (Vietto, 65') y Ben Yedder.

4- Boca Juniors: Sara; Jara, Tobio, Insaurralde, Silva; Gago (Pablo Pérez, 61'), Betancur (Cubas, 74'); Pavón (Carrizo, 74'), Tevez, Centurión (Zuqui, 61'); y Benedetto (Bou, 74').

Goles: 0-1 (25') Benedetto. 1-1 (31') N'Zonzi. 1-2 (37') Pavón. 1-3 (60') Tevez. 2-3 (83') Kolodziejczak. 3-3 (89') Vietto. 3-4 (94') Tevez.

Árbitro: Fernández Borbalán (andaluz). No hubo amonestados.

Incidencias: VIII Trofeo Antonio Puerta. Partido disputado en el Ramón Sánchez-Pizjuán, ante 19.906 espectadores, unos 1.500 de ellos aficionados de Boca.