El Sevilla consiguió su segundo triunfo fuera de casa después de sufrir muchísimo y lograr el empate al filo del tiempo reglamentario y el gol de la victoria en el añadido. Méritos, todos. Pero volvió a mostrar unas carencias tremendas de cara a portería y se vio tremendamente penalizado por salir dormido (recibió un gol en la primera jugada) y el muro defensivo del Deportivo amenazó con arruinar un trabajo muy completo. En el tramo final y en el finalísimo, llegó una remontada que parecía no llegar nunca para mantener al Sevilla arriba y reafirmar todo lo que plantea, las premisas, las soluciones y, sobre todo, las creencias.

Sampaoli se deja a Nasri en Sevilla para poder contar con él ante la Juventus y sitúa a Kranevitter por delante de los centrales para que N'Zonzi juegue más libre, no digamos Ganso, quien apenas tiene exigencia defensiva. Sarabia juega muy arriba, de segundo punta, y la propuesta promete porque el balón parece asegurado y el futbolista con más influencia en su juego ahora mismo, el más alto de la Liga además, tiene ayuda hacia atrás y prácticamente carta blanca hacia delante.

Pero todo se tambalea en menos de un minuto, lo que tarda Ryan Babel en recibir un centro de Juanfran reculando después de arrastrar a Mercado y colocarla de cabeza, suave, tan pegada al palo que Sergio Rico no pudo llegar. El Sevilla salió dormido y lo despertó sopapo considerable. El Deportivo se había adelantado y el Sevilla pasó a dominar con mayor claridad incluso que si jugara como local. Pero ya se sabe que el dominio, sin finalización...

El control es absoluto y las llegadas comienzan, pero al Sevilla le sigue faltando saludar con más frecuencia al portero rival. El polaco Tyton intervenía entre poco y nada y ese dominio nítido y continuado no se veía reflejado en modo alguno en Riazor. Incluso, el Deportivo genera una ligera inquietud a la contra tras un envío que Carriço intenta rematar de tacón y el balón se pasea ante Tyton al cuarto de hora. Justo antes de la media hora, Ganso asiste de tacón como un verdadero mago para que Sarabia se plante ante el portero rival, que saca una mano milagrosa cuando el empate era obligado. Más aún, en el 41 el propio Sarabia centra y N'Zonzi cabecea cruzado saliendo junto al palo izquierdo.

Insuficiente a pesar de todo, y todo va a peor. En el 42 largo recibe Andone de Ryan Babel, Pareja se ha quedado descolgado y el rumano regatea al argentino con estilo, se marcha entre Kranevitter y Carriço con una facilidad desconcertante y bate a Sergio Rico para poner un excesivo y peligrosísimo 2-0.

El frío coruñés se convierte en Siberia para el Sevilla, pero reacciona al momento y en el 44 Escudero centra atrás para que N'Zonzi controle y cruce perfecto para acortar distancias. Debió llegar antes, para que fuera el empate, pero tras el gol de Andone que el Sevilla llegara vivo al descanso no parecía poco, ni mucho menos.

Sampaoli no espera y mete a Vitolo por Carriço, cambiando el dibujo a defensa de cuatro para ganar un hombre arriba. El dominio se mantiene, pero no las ocasiones. De hecho, tarda 40 minutos del segundo tiempo el Sevilla en tener una clara, pero ya es una cascada imposible de aguantar para el Deportivo, que reclamó un posible penalti de Mercado por empujón a Andone que bien pudo pitar Mateu Lahoz en el 74. Y ahí hay un cambio con mucha más influencia en el partido que cualquiera de los hechos por Sampaoli: Garitano mete a Arribas por la derecha y, mucho más lento que Escudero y Vitolo, anima al Sevilla a irse con todo, ya con el propio Vitolo, Franco vázquez y Ben Yedder en el campo.

Ben Yedder la tuvo en el 86, Franco Vázquez buscando a Vietto en la continuación, y el asedio no acaba nunca porque la pelota no sale de la zona de peligro, Mariano encuentro a Ben Yedder en ventaja dentro del área, su tiro lo desvía Sidnei y se la encuentra Vitolo a la izquierda, completamente solo, para batir a Tyton.

El empate no bastaba y el asedio continúa. Rozando el 70% de posesión, 14 córners, más de 20 tiros... En un balón parado, después de tantas opciones, Pareja la engancha, Tyton desvía y Mercado remacha casi bajo palos en el 92 para darle la vuelta a un marcador que era tremendamente injusto pero que no dejaba de reflejar la falta de acierto y de un goleador de verdad en el Sevilla.

El triunfo, pues, reivindica un estilo con una pinta espléndida pero que necesita un delantero más potente que los disponibles, más rematador y menos segundo punta. Una siesta y una gran acción de Andone habían castigado muchísimo al Sevilla, que hizo todo y más para poner el partido de su lado pero que sigue mostrando una carencia demasiado evidente cuando, después de hacer todo el trabajo, hay que rematarlo. Y no siempre se van a enganchar dos rebotes en el tramo final para darle la vuelta a un partido ante un rival muy apurado y que a duras penas aguantaba el asedio...