Míchel, entrenador del Sevilla FC

"Dicen que mi sueño es el Madrid, pero mi mujer me anima a hacerlo bien aquí para quedarnos"

-En lo social, ¿cómo es su relación con la afición? ¿Un recelo inicial por su pasado madridista?

-Pero es que no he sentido ni el recelo inicial, y ahora sí voy por la calle y la gente me para. Te dicen "es que en los twitters...", pero los que están en el Twitter son muy jóvenes y otros aficionados sin Twitter ni ordenador tienen una opinión formada. Yo soy un tío normal, y lo dije, de club. Jamás me oiréis decir que he ganado un partido. Mis jugadores son los mejores, si me dicen que elija a un jugador para que venga no quiero a ninguno.

-¿Cree que el Sevilla ofrece un contexto idóneo para que Míchel suelte todas esas etiquetas?

-No, es imposible, iré a otro sitio y volverá lo mismo. Siempre habrá quien diga que estoy aquí de paso porque lo que quiero es ir al Madrid. Y lo de la imagen, que si soy distante... Cuando mi representante me llamó a las dos de la tarde y me anunció que íbamos a casa de Del Nido, yo le dije, bueno, voy a ser el entrenador del Sevilla. Él me aviso y me dijo que tuviese cuidado, que el presidente me iba a preguntar sobre muchas cosas, que es muy insistente. Bueno, ¿y qué? No suelo mentir, y lo que digo lo suelo cumplir. Y cuando me preguntó sobre cuál era mi idea de desarrollo de entrenamientos, de partidos, de trato con los jugadores..., nos sinceramos y lo estamos viendo, me desarrollo con naturalidad. Otra de las etiquetas que tengo es que soy un tío sin carácter, o que mis equipos no tienen carácter. En el Getafe éramos los blanditos y fuimos sextos y jugamos la UEFA.

-¿Ha cambiado mucho la imagen que tenía de Del Nido?

-Bueno, sí, todos cambiamos. Es el primer sevillista y está pendiente de todo y quiere explicaciones de todo y que sean convincentes. Y a cambio de ser tan exigente ni quiere ocupar tu lugar ni tiene, de momento, una mala cara. Sí me decían fuera de aquí: "Ten cuidado, que te da cancha, te aprieta y acaba haciéndote las alineaciones". Pues sólo nos falta este último capítulo. Ni me las ha insinuado. Le gusta saber de todo, pero jamás me insinúa por qué no juega éste o el otro.

-¿Le cansa escuchar que su objetivo final es el Real Madrid?

-Ya, pero no me canso de contestar que estoy muy a gusto aquí y que no me voy a mover. Entre otras cosas porque esto es una realidad y lo demás, y lo demás -remarca-, son posibilidades que no existen. Mi mujer está aquí encantada y me dice "hazlo bien, hazlo bien, que nos tenemos que quedar aquí". Se lo transmitiré a los jugadores (risas).

-Quiere echar raíces, pero ¿está demasiado condicionado eso a quedar cuarto en la Liga?

-Como dicen en mi barrio, "¡macho, no me lo planteo!". Mi misión va a ser trabajar y que me veáis aquí dentro de tres años repitiendo la entrevista. No sé si estoy desprendiendo que estoy motivado, ilusionado o tal, pero es que siempre estoy igual. En el fútbol no estoy por obligación, sino porque me divierte y soy un apasionado del fútbol. No me planteo otra cosa. Sólo ganarle al Atlético.

-¿Rechazó al Zaragoza para esperar una oportunidad como ésta?

-No pensé nada de eso. Pensé que el Sevilla iba a estar más arriba. Si en el Zaragoza, que fue con el único equipo que me senté, el plantemiento hubiese sido de otra manera... Yo no estaba esperando nada. Es igual que cuando preguntan que si estoy aquí de paso. No, no. Entrenar me gusta y si es en Primera División, mucho mejor, y si es en un equipo como el Sevilla, fantástico.

-Lo que sí se ve en los entrenamientos es que delega bastante en su cuerpo técnico. Víctor, por ejemplo, dirige mucho lo táctico...

-Sí, delego porque confío absolutamente en ellos. Ellos hacen que yo sea mejor. Yo hago la alineación, con su ayuda, pero hay cosas que no hago yo. Por ejemplo, sin decir nombres, el primer cambio ante Osasuna (Luna por Reyes, con Manu, Cala y Campaña en el banquillo, más Trochowski y Babá, que salieron posteriomente) iba a hacer yo uno y Víctor me cambió la idea.

-Es difícil que un entrenador reconozca eso, ¿no?

-¿Por qué? También es difícil que reconozcamos los maridos que no mandamos en casa (risas). Javi Navarro también tiene su papel y no me meto en su trabajo.

-Los informes del rival los hace una persona de su cuerpo técnico, no del club...

-Sí, Carlos Morales ya tiene preparado el partido del Sporting. Él nos traslada una idea antes de que nosotros veamos los vídeos el lunes y el martes. Yo ya he visto cinco partidos del Atlético esta semana, y él nos va señalando, cuidado con esto, cuidado con lo otro...

-La pasión con que se vive aquí el fútbol será un plus para un amante de este deporte como usted...

-Sí, ahora tengo encajar yo, pero en un entrenador eso se produce a través de los resultados.

-¿Era muy frío el Getafe en comparación con el Sevilla?

-Bueno, pues habría que buscar alternativas. Este club es muy caliente y, sin embargo, pone entradas a diez euros, porque queremos que la gente vaya a vernos con el Atleti y que disfrute de lo que les vamos a ofrecer.

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