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La Junta apuesta por que Itálica sea Patrimonio Mundial antes de 2023

  • Se abre a las visitas la puerta oeste del anfiteatro, cerrada desde 2013

  • Habrá próximas actuaciones en la Casa del Patio Rodio y en la del Planetario

Restauración en Itálica / JOSÉ ÁNGEL GARCÍA

"No vamos a parar hasta que Itálica sea Patrimonio Mundial estos cuatros años". Con esta frase la consejera de Cultura y Patrimonio, Patricia del Pozo, ha resumido este viernes la intenciones de la Junta de Andalucía por que el conjunto arqueológico de Santiponce adquiera la máxima distinción que otorga la Unesco. Un objetivo que comenzó su trámite oficial el pasado otoño, cuando los restos de la ciudad romana -cuna de los emperadores Trajano y Adriano- entraron en la lista inclusiva de candidatos a dicho título. 

Del Pozo ha realizado tales declaraciones en la apertura de la zona oeste del anfiteatro de Itálica, tras las obras de conservación acometidas. A la cita han acudido, entre otros, la delegada territorial de Cultura y Patrimonio de Sevilla, Susana Cayuelas; la directora general de Patrimonio, María del Mar Sánchez Estrella; el director de Itálica, Fernando Panea; el alcalde de Santiponce, Justo Delgado; y Concha Cobreros, secretaria de Civisur, plataforma que impulsó la candidatura

Las palabras de la consejera adquieren especial interés, pues es el primer político del nuevo Gobierno andaluz que acude al conjunto arqueológico desde que comenzó la andadura para ser declarado Patrimonio Mundial. Para lograr este objetivo -y además, en la presente legislatura- el papel a desempeñar por el Ejecutivo regional resulta de vital importancia. En este sentido, Concha Cobreros ha explicado a Diario de Sevilla que el proyecto se encuentra ahora en manos del consejo asesor de la candidatura, creado a tal efecto y encargado de elaborar un plan estratégico con el que abordar tal fin. 

Patricia del Pozo, en el centro, posa con el resto de autoridades que han acudido a la presentación de los trabajos. Patricia del Pozo, en el centro, posa con el resto de autoridades que han acudido a la presentación de los trabajos.

Patricia del Pozo, en el centro, posa con el resto de autoridades que han acudido a la presentación de los trabajos. / José Ángel García

El plan se articula en tres líneas. Por un lado, la plataforma de apoyo (cívico, institucional e internacional), las actividades académicas y divulgativas (que incluyen un foro permanente -que lleva ya tres cursos- y conferencias) y, por último, la redacción de un formulario, esto es, un documento de defensa de 500 páginas, compuesto por la descripción del conjunto arqueológico, la justificación para ser declarado Patrimonio Mundial y en tercer lugar, por un plan de gestión

Este último apartado es el único que compete exclusivamente a la Consejería de Cultura y Patrimonio. Del resto se encarga el consejo asesor. En el plan de gestión se han de especificar las políticas de conservación y la inversión para la antigua ciudad romana, condición que obliga al Ejecutivo de Juanma Moreno a "mojarse" -y bastante- en proyectos y presupuestos para que Itálica consiga la máxima calificación de la Unesco. O lo que es lo mismo, cambiar la línea que se ha seguido hasta ahora. 

En el encuentro de este viernes, al menos, no han faltado las buenas intenciones. Del Pozo tiene claro que la apuesta por Itálica y el título de Patrimonio Mundial resultan estratégicos para su mandato al frente de Cultura. Así se lo ha hecho saber a los integrantes del consejo asesor. 

La Consejería de Cultura ha de elaborar un plan de gestión para que Itálica opte a Patrimonio Mundial

La conclusión de los trabajos en la zona oeste del anfiteatro -realizados por la empresa Estudios y Ejecuciones S. A.- constituyen para la consejera un buen ejemplo de esta apuesta, aunque dicha labor (en la que se han invertido 500.000 euros) comenzó hace un año, cuando aún se encontraba al frente de Cultura el socialista Miguel Ángel Vázquez. Este sector permanecía cerrado desde 2013, a causa de su deterioro. Se trata de la denominada Puerta Libitinaria, en honor a la diosa Libitina, divinidad asociada en la civilización romana a la muerte, ya que por aquí se sacaban los cuerpos de los gladiadores fallecidos en la arena.

La zona oeste evidencia el expolio al que ha sido sometido todo el conjunto durante siglos, lo que ha provocado el vuelco de parte de las gradas y la destrucción de elementos estructurales. La intervención ha permitido detener este deterioro. Con tal fin, se han retirado los rellenos, labor que ha permitido conseguir plataformas estables por donde evacuar las aguas de lluvia. En este sentido, se ha dejado a la vista el acceso a la cloaca, donde se comprueba la evolución arqueológica del anfiteatro. La Puerta Libitinaria conserva aún varias pilastras adosadas, ya que su erosión ha sido menor que la del acceso principal, al encontrarse en la zona menos visitada, la trasera. 

Vista general del anfiteatro de Itálica Vista general del anfiteatro de Itálica

Vista general del anfiteatro de Itálica / José Ángel García

También se ha actuado en el entorno, donde se han restituido los perfiles originales de las laderas, por lo que los visitantes tienen ahora de una imagen más real de las fachadas del anfiteatro y de sus plataformas de acceso originales. De igual modo, se han colocado pasarelas desde la que se podrán contemplar panorámicas del que fuera uno de los mayores anfiteatros romanos fuera de la península italiana. En la reforestación de la zona se han usado especies vegetales autóctonas. 

La apuesta por Itálica continuará los próximos meses con diversas obras valoradas en 200.000 euros. Con esta inversión se ampliarán las zonas de visitas y se organizarán mejor los recorridos por el anfiteatro. Se actuará, de este modo, en la galería radial norte, la sala abovedada del cuadrante suroeste y la galería norte de la cavea media. 

Otro punto de intervención del conjunto arqueológico poncino será la Casa del Patio Rodio (que sirvió de balneario, fábrica y hogar), donde se restaurarán sus tres mosaicos y se colocarán pasarelas para las visitas del público. Los trabajos están valorados en 156.781 euros. A esta inversión se sumarán otros 120.000 en la Casa Planetario (una de las mansiones más granes) para conservar sus mosaicos. 

 

 

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