Semana Santa

Un nuevo tiempo para las cofradías de Huelva

  • La suspensión de las procesiones ofrece una forma distinta para vivir la Semana Santa

  • El traslado a septiembre acabaría convirtiendo todo en un carrusel de salidas magnas

El nazareno en su altar de cultos, de un quinario no celebrado por el coronavirus.

El nazareno en su altar de cultos, de un quinario no celebrado por el coronavirus. / HDAD Nazareno

Salud a todos. No es este un tiempo fácil para nadie ni para las hermandades de Semana Santa. E, igualmente, vemos que como asociaciones que viven en el seno de la sociedad le afecta igualmente cuanto a ella le sucede.

Si es dolorosa la suspensión de las salidas procesionales pensemos en lo que supondrá a todos la paralización del latir de la sociedad en todos los órdenes y, muy especialmente, en lo económico.

Se hace, por tanto, necesaria una respuesta de las cofradías ante esta situación. Que tiene que venir desde muy diferentes direcciones. Desde la fe y acercándonos a las devociones como están haciendo algunas hermandades que a través del facebook tiene abierta conexión permanente con sus capillas e iglesias para facilitar ese acceso con las imágenes titulares; pero siempre se mantendrá esa estampa de la devoción que nunca debe ser devaluada ante tantas fórmulas nuevas.

Nuestro Padre Jesús Nazareno en su quinario. Nuestro Padre Jesús Nazareno en su quinario.

Nuestro Padre Jesús Nazareno en su quinario. / HDAD Nazareno

Lo que moviliza las hermandades en una semana es lo que hace falta ahora mover desde la solidaridad a través de los medios que se disponen, sabiendo que nada es fácil ante este confinamiento.

Se están dando respuestas por algunas hermandades que pueden parecer sencillas, pero no simples, que son especialmente solidarias y agradecidas, como es la atención a los más vulnerables de los barrios y feligresías de las cofradías. Nuestros mayores son los que siempre están más cerca de las devociones y continúan siendo un ejemplo en los días de salida tras los pasos, así que ahora está bien una ayuda especial.

No olvide nadie que si es necesaria la obra social de las hermandades, ahora lo es más y probablemente se extienda esa petición de ayuda que habitualmente se les hace cuando pase este tiempo cuando todo está parado y sin actividad.

Las hermandades tienen sus cuentas y saben de sus gastos, también con ocasión de la suspensión de las procesiones no serán necesarios determinados servicios que se contratan. La gran mayoría tiene incluida su papeleta de sitio en la cuota anual. Así que si queda en la tesorería y esta tiene el fin de la salida, las cofradías deben pensar según sus posibilidades en aportar ellas mismas ese fondo a la obra social, pues cuando pase estos días será muy necesaria la ayuda solidaria que puedan prestar.

Ahora es lo que pueden aportar de sus fondos propios. Ese que se iba a destinar al pago de una salida procesional que no se va a producir. Hay que pensar más en la hermandad que en la cofradía.

La decisión de la suspensión de las salidas procesionales ha permitido ver la buena disposición de las partes implicadas y la sintonía en resolver situaciones importantes. Es lo que se desprende de la reunión mantenida en el Obispado de Huelva presidida por el alcalde de la ciudad, Gabriel Cruz Santana, y el obispo, José Vilaplana Blasco, con la asistencia del presidente del Consejo de Cofradías, Antonio González; los vicarios general y de la Celebración de la Fe, Emilio Rodríguez, y Francisco Echevarría, respectivamente, así como el director espiritual del Consejo, José Manuel Barral.

Ahora queda un camino importante por recorrer, en el que les hará falta a las cofradías un buen liderazgo como el que hasta ahora mismo tiene en el Consejo de Hermandades en la persona de Antonio González y su equipo de gobierno.

A nadie se le escapa que la situación económica no es fácil, pues la venta de palcos está realizada, pero de la que hay que pagar el 21% de IVA con fecha del mes de abril, de un evento -como así lo considera Hacienda- que no se celebrará. Por lo que habrá que ver cómo se resuelve todo esto. Más cuando hay quienes solicitan en las redes sociales el reintegro de los 240 euros. Nadie puede ir en contra de lo que se pueda pedir si estuvieran en su derecho, lo que hay que solicitarlo es con la educación que algunos parece que no tienen. A esos pocos habría que devolverle el dinero sin mediar nada, pero igualmente retirarle para el futuro el derecho al abono del palco por mal educado. Nadie puede pensar que el Consejo se vaya a quedar con lo que no sea suyo, así que habrá que esperar a que todo se estudie, cosa ahora difícil pues hay quien aún no se ha enterado que todo está paralizado. Así que tiempo y tranquilidad.

Sumar que la ayuda municipal de 2019 está pendiente de recibir y no hay nada firmado para el 2020.

Ante esta situación, la Delegación de Hermandades tendrá que decir algo. Las elecciones están previstas para junio y lo que procede es la suspensión y ampliar el mandato de la actual junta del Consejo, por un año o el tiempo que sea necesario para poner esto al día. No resultará nada fácil este tiempo y los hermanos mayores lo saben. Más sencillo sería soltar los trastos y salir corriendo, pero se sabe que ese no es el estilo de la junta que preside Antonio González.

De las indicaciones de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos del Vaticano que habla de procesiones en septiembre, deja esto abierto a un carrusel de salidas magnas. La Semana Santa tiene su fecha, la única concerteza histórica de la vida de Jesús que marca la Luna de la Parasceve.

No está muy bien explicadas las indicaciones y lo importante que dice, que es cómo celebrar la Semana Santa en iglesias cerradas y retrasmitirlas, pues se pasaó a un segundo plano en este regocijo populita de salidas magnas.

Ahora lo que procede es tener muy cerca las devociones y rezar.

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