La Casa Colón acoge una exposición de la Hermandad de las Tres Caídas en la que se hace un recorrido por los 75 años de la historia de la cofradía del Lunes Santo. El lugar elegido y la fecha están llenas de contenido y es que viene a coincidir con la concesión de la medalla de la ciudad de Huelva a Nuestro Padre Jesús de las Penas en sus Tres Caídas, que recibió el hermano mayor de la corporación, Fabián Tello, y que le entregó el alcalde de la ciudad, Gabriel Cruz. Una medalla que le será impuesta a la sagrada imagen a su llegada a la iglesia de la Milagrosa el sábado día 7 de marzo, para que la luzca por vez primera en el vía crucis de las hermandades que organiza el Consejo de Hermandades y que tendrá lugar el lunes día 9.

Nueva túnica de Jesús de las Penas en sus Tres Caídas.

La muestra se encuentra en las dos alas del hall del Palacio de Congreso y que la hermandad acertadamente ha dedicado una a cada titular, siendo el centro de ambas los pasos, tanto del Cristo como de la Virgen y donde destacan las dos grandes piezas realizadas para esta efemérides, como son la túnica para el Cristo, presentada el pasado viernes, acto con el que arrancó la exposición, y el manto de María Santísima del Amor del pasado año. Dos piezas únicas del bordado andaluz que vienen a poner de relieve aún más la importancia artística de los enseres de las cofradías de la Semana Santa onubense.

Estas dos piezas tienen el paralelismo, además, de que han salido de las manos de los mismos artistas. En ambas piezas el diseño es de Juan Robles, mientras que el trabajo de los bordados ha sido realizado por Manuel Solano, de Morón de la Frontera (Sevilla).

En la exposición hay muchos enseres y mucho arte cofrade. Desde los trabajos realizados por José Oliva para el portentoso y espectacular paso del Señor de las Tres Caídas, que centra una de las salas, en la que aparecen las imágenes secundarias que componen el misterio, así como el respiradero frontal del paso, superado por la primitiva cruz de guía, del mismo autor. Detalles como este se unen a otros elementos muy significativos históricamente en la vida de la Hermandad de las Tres Caídas. Es el caso del primitivo libro de reglas que aún se conserva, después de haber sufrido el incendio en las antiguas dependencias de la casa de hermandad.

Un recorrido por artistas en el que destaca Antonio León Ortega por su magníficas imágenes de los dos titulares, que corresponden a la etapa cumbre de este imaginero ayamontino.

No hay que olvidar a artistas como José Vázquez, autor del cirineo, o Lourdes Hernández, del romano. Además de Francisco Contioso, Manuel Ponce Contreras o Paco Nieto, en bordados; Francisco Llonís con sus trabajos pictóricos; y la orfebrería de distintos artistas, como Jesús Domínguez, Manuel de los Ríos e Hijos de Juan Fernández.

Como el trabajo del taller de dorado del paso, el de Nuestra Señora del Carmen de Sevilla.

Más cercano en el tiempo el autor del cartel de este aniversario, Jesús García Osorno. Un artista que además ha plasmado en ambas salas sendos murales con la recreación de una la pegada de carteles de la cofradía de distintos años de su historia.

Uno de los murales con la cartelería dedicada a al Virgen del Amor.

Paneles con documentos gráficos de este recorrido por los 75 años con los que el visitante se adentra en esa historia que escribió para esta hermandad Manuel Tello.

En la segunda sala el protagonismo lo tiene María Santísima del Amor. En este caso centrado en su paso, del que se encuentra instalado el palio sujetado por sus doce varales de platas y por el que permite al visitante adentrarse en tan sublime espacio que es el trono en el que la Virgen del Amor pasea el Lunes Santo por las calles de Huelva.

Aquí se puede disfrutar del trabajo del bordador Manuel Ponce en el bordado y las cartelas de Francisco Llonís.

Destaca, igualmente, en este ala de la exposición el nuevo manto bordado de María Santísima del Amor, en el que se aprecian detalles que son difíciles de ver en su paso, por quedar oculto tras alguna pieza del propio palio o su disposición; detalles que incluso no se llegan a apreciar en su exposición permanente en la casa de hermandad.

Ahora es el momento de disfrutar del trabajo de Manuel Solano.

Un manto que es un alarde de buen hacer artesanal en el que se han empleado todas las técnicas tradicionales de realce, están todos los puntos del bordado, hay mucha hojilla. Son todas técnicas de gran calidad que llevan bastante dedicación porque se utilizó oro muy fino para su confección.

Se trata de un diseño radiado en abanico. Confluyen sus nervios de forma apuntada sobre las sienes de la Virgen, en disminución desde la cola hasta la zona más alta, con lo que el manto podría clasificarse en tres tipos en función de su volumen, su simbología, su posición y su tamaño.

Detalle manto de la Virgen del Amor.

Partiendo de su base aparecen piezas simétricas.Se unen diferentes hojarascas que desarrollan el dibujo de manera ascendente y perimetral a la cola del manto. Aparece la primera de las doce coronas repartidas por todo el manto.

Se trata de un manto con muchos detalles artísticos y simbología cofrade vinculada a esta hermandad, como pueden ser las conchas por su vinculación peregrina con el Apóstol Santiago, al que tienen por titular. Así se pueden ver ramas de palma, símbolo de triunfo por las virtudes de la Virgen; así como las doce gracias que demostró María durante su vida. En una cartela con la que se remata la cola del manto se puede leer la frase del Eclesiástico “Yo soy la Madre del Amor Hermoso”. Hay muchos otros enseres con bastantes detalles interesantes que se ofrecen del paso del palio, como son sus candelabros de cola o sus artísticos ángeles de entrevarales. Lo mismo que el respiradero frontal con las imágenes de la Virgen de la Cinta en su capilla central y superada por la Inmaculada.