Semana Santa

La cofradía abre por vez primera la Carrera Oficial

  • Los cambios en el programa previsto para la jornada, hacen que Misericordia sea la primera en llegar a la Concepción

Las muchas personas que se encontraban en la calle Rábida aguantaron la hora de demora que la cofradía había pedido. A las 20:45 se abrió la cancela del Pasaje Cristo de la Misericordia, lo que era señal inequívoca de que la hermandad no daba un paso atrás y confirmaba su salida.

Como ya se ha comentado, el público era bastante numeroso para ver a esta cofradía de silencio que solo se hace acompañar por el sonido del muñidor y el toque fúnebre de la campana de su capilla. Como si el silencio se contagiara, todo el mundo se calló al ver a salir a los primeros nazarenos y así siguió durante todo su discurrir por las estrechas calles del centro a la búsqueda de la Carrera Oficial. Dadas las circunstancias del Jueves Santo, fue la primera cofradía, y la primera vez en su historia, en hacer su estación de penitencia de cuantas procesionan este día, llegando a la Placeta a las 21:30. Precisamente fue en la Plaza Alcalde Coto Mora donde la Misericordia se encontró con la Buena Muerte, cediéndole esta última el paso.

Rafael López, su hermano mayor, señalaba en la mañana que la decisión sobre salir o no se tomaría por la tarde, lo que así fue y como ya se ha dicho, con el resultado de la petición de la moratoria al Consejo dadas las previsiones de que el tiempo iría mejorando con el transcurso de las horas.

La mañana de Jueves Santo estuvo bien aprovechada. Los hermanos realizaron el Rezo de las Cinco Llagas y posteriormente abrieron la capilla al público.

El templo fue un constante ir y venir de público y autoridades como el obispo o el alcalde. El titular de la Diócesis, José Vilaplana, indicó a estos hermanos que "la misericordia es la característica de nuestras comunidades para que tengan el corazón solícito hacia los más frágiles".

Misericordia, de este modo, pudo mostrar en señal de penitencia un año más a su hermoso e imponente crucificado, que llenó de respeto el centro de la capital dando muestras de austeridad y recogimiento, que son precisamente los rasgos que esta cofradía tiene impresos en su personalidad.

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