La Madrugada del Viernes Santo

La ciudad cofrade se acerca al Nazareno

  • La Hermandad de la Cinta realiza la última levantá en el palio de la Amargura La Policía Local preside el paso del Señor.

HOSANNA al Hijo de David. Bendito el que viene en nombre del Señor". Así cantaba la agrupación musical Cristo de la Bondad que abría marcha cuando la cruz de Jerusalén se acercaba al templo inmaculista. Había llegado a las 9 de la mañana a La Placeta para recorrer la cofradía durante dos horas y cuarenta minutos este último tramo de Plus Ultra y Méndez Núñez, donde la mañana se había abierto como una flor tras haber salido a las cuatro de la mañana de la parroquia de la Purísima Concepción con el himno nacional, como se le interpretó a la recogida. Se condensaba así otra Madrugada en la que la Huelva devota estuvo a su lado, con momentos diferentes, este año sin realizar la carrera oficial. Su llegada a la Plaza Niña, la Esperanza, el Calvario y su amanecer en Doce de Octubre.

A las 9:50 llegaba a La Placeta el Nazareno después de haber recorrido la calle de su nombre, 20º marcaba el termómetro con un cielo gris que solo le dejaba unos guiños al sol que jugaba tras la torre de la parroquia de la Concepción. En la presidencia del Señor, el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez, y el jefe de la Policía Local, Miguel Olivares; y en la Virgen de la Amargura la teniente de alcalde de Seguridad ciudadana, Carmen Sacristán; en ambos pasos la escolta de la Policía Local que este año ha sido nombrada de honor de la cofradía. Una escolta que solo se ha visto aquí, cuando antes iban en la mayoría de los pasos y escoltando a las cofradías por la carrera oficial, cosas de la crisis.

A los medios de la calle Plus Ultra se producía el último relevo de la cuadrilla que manda José Carlos Martínez, una nueva saeta a pie de calle en el mismo lugar donde antaño estaba la casa de los Borreros y paraba el paso. Desde el balcón de Huelva Información la perspectiva ofrece una visión de toda una calle rebosante de gente. El Señor con arriás suaves, andando con la mayor elegancia, su túnica moviéndose al aire de tantas miradas cercanas. "Vámonos un poco más al cielo", manda el capataz y de nuevo la banda del Nazareno, con uniforme de gala que lucen para este día, volvía a sonar. A estos músicos le dedicaron la última levantá por el trabajo hecho durante toda la madrugada. La gente se sentía cercana, como acariciando el paso. El monte de claveles rojos iba en la mañana cubierto de pétalos y, sobre este, el costal de Manolo Pozo, que se despedía de las trabajaderas. Lo dejó ahí en su último relevo, en recuerdo de tantas madrugadas bajo las trabajaderas del Señor de Huelva, cumplía así el rito de quienes cuelgan el costal en esta cuadrilla.

Cuando el reloj marcaba las 10:30, el Nazareno volvía a su casa. Ahí estará de nuevo, donde todos los días será ahora el procesionar de Huelva ante El. Todo irrumpió en un gran aplauso. Sonaba el himno nacional.

Esperar la llegada de la Amargura se ve recompensada por un caminar gozoso. Con la marcha y al son del canto del Dios te Salve María, llegaba a La Placeta a las 10:50. Se adentraba en Plus Ultra cuando se escuchaba entre el estribillo de las marchas estrella de los mares. De nuevo saetas en el antiguo solar de los Borreros, a pie de acera como muchos le cantan al Nazareno. Más trabajo le costó a Mario Garrido, que en la esquina de la calle Concepción saludaba con su saeta al Señor cuando vio a mitad de esta cómo la Banda de las Mercedes arrancaba con una marcha; la gente le recompensó su esfuerzo con una ovación espectacular por tanto entusiasmo.

Un día para volver a recordar al desaparecido saetero Rafael Jurado, que con su voz melodiosa le cantaba al Señor al despuntar la mañana.

La Amargura volvería a mover los sentimientos de quienes le esperaban a las puertas de la iglesia con emocionados vivas. Hubo una levantá que se dedicó a los jóvenes que tienen que marcharse fuera a buscar trabajo, algunos también costaleros de este palio. La Hermandad del Nazareno homenajeó a la entrada, en el cincuentenario de su patronazgo, a la Hermandad de la Cinta y la última levantá fue dedicada a la Patrona de Huelva, que luce en el gloria del palio. La realizó Manuel Roméu Martín y entonces sonó la marcha Dios Te Salve luna Llena, de Jesuli Perojil.

Un día de recuerdo del 75 aniversario de aquella ocasión en la que el Nazareno salió a acompañar a la Virgen de la Cinta en la salida extraordinaria por el final de la guerra civil, que incentivó la salida de la cofradía en la Madrugada pese a las precariedades del momento.

A las 11:40 entraba el palio y el medio día fue un buen momento para el rezo del Ángelus a la Amargura en el interior de la parroquia de la Purísima Concepción.

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