Semana Santa

Hasta el centro con todo el cariño de su barrio

  • El espléndido paso abrió la carrera oficial del Miércoles Santo La Lanzada mostró sus respetos a los cofrades del Carmen

DESDE hace años tiene su puesto ganado en el Miércoles Santo y no se entendería esa jornada semanasantera sin la presencia de los cofrades del Carmen. El avance del soberbio paso por Cristóbal Colón, buscando el centro de la ciudad, va congregando a todos los onubenses que salen a esa arteria que, posteriormente, tiene su continuidad por Independencia y San José.

Con gran puntualidad, las puertas del templo se abrieron, aunque no se repitió el tradicional ritual que caracteriza a esta cofradía: la llamada desde el exterior del diputado mayor de gobierno para que se abran esas puertas de la parroquia y de esta manera dé comienzo la procesión. Con El Conquero en el fondo de la escena, los que se encontraban en el interior del Carmen despidieron el paso con una ovación justo en el momento en que los capataces Juan Manuel Hernández y Antonio Fernández procedieron a sacar el misterio.

No es un trabajo sencillo teniendo en cuenta las dimensiones del paso que lleva al Señor del Prendimiento. Sin embargo, su belleza y presencia, a las que se añade el buen hacer y empuje de la cuadrilla, hicieron que el titular de la cofradía del Carmen fuera recibido por los vecinos que se citaron para ser testigos, un año más, de este encuentro.

El Carmen siente como muy suya esta cofradía y sabe que es la representación más auténtica de esta parte de Huelva, en estos días de la Semana Mayor. El cariño que le transmite es el mejor estímulo para esta hermandad.

Antonio Rengel es como la carrera oficial del Prendimiento cuando aún se encuentra en su barriada. Los vecinos acompañaron al paso durante todo ese recorrido. En la revirá de la Avenida del Ancla, el Prendimiento se preparó para dejar, durante unas horas, su casa y su gente. En el largo recorrido hasta La Placeta, otros cofrades le dieron ánimos y mostraron sus respetos. Ese es el caso de la Sagrada Lanzada. En Cristóbal Colón, a la altura de Don Bosco, una representación de la hermandad de Martes Santo lo recibió y le realizó una ofrenda floral. Otro encuentro cofrade tuvo lugar cientos de metros más allá: al paso por la Plaza de La Merced. A escasos metros de la comitiva del Carmen, se preparaban los hermanos de la Santa Cruz para efectuar su estación de penitencia.

Prendimiento fue la encargada de abrir la carrera oficial. Su nuevo recorrido supone contar con un nuevo aliciente. Se trata de la revirá que hay que efectuar en el momento en que los pasos abandonan Plus Ultra para tomar la calle Concepción. Las grandes dimensiones del Prendimiento parecían, de antemano, un desafío para capataces y costaleros. Sin embargo, lo que en principio supuso un desafío se convirtió en una nueva oportunidad para resaltar la prestancia del paso que ocupa un capítulo aparte en el patrimonio cofrade de la ciudad.

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