Semana Santa

La Virgen regresa a su casa

  • La Reina de Las Colonias vuelve a salir tras ocho años desde la parroquia de la Virgen de los Dolores

  • El obispo preside la misa de acción de gracias por las reformas del templo

Las Colonias fue fiel a su cita anual del Viernes de Dolores. Con mucho sabor cofrade y de barrio, María Santísima de los Dolores volvió a convertirse en el prólogo de la Semana Santa onubense; un prólogo que de alguna manera cada vez está más asimilado al transcurrir de estos días de procesiones. Huelva tiene ganas de Semana Santa y lo demostró ayer. Un constante fluir de personas hacia Las Colonias y procedentes de allí, eran la marca esencial de esta tarde de viernes en la capital.

La calle Presbítero Manuel López vega se quedó muy pequeña para acoger a tantos vecinos que querían presencia, después de ocho años, cómo la Reina de las Colonias volvía a salir de la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores. Un momento antes de que la comitiva arrancara desde el mismo presbiterio del templo, la Hermandad de la Sagrada Lanzada comunicó la intención de dejar a la mitad el recorrido habitual que cada año se cubre en Viernes de Dolores. Tal y como se explicó, los motivos se centraban en la inestabilidad meteorológica que anunciaba posibles chubascos en la madrugada del sábado. De este modo, la comitiva llegó a la inexcusable plaza de los Dolores para, tras pasar ante las Hermanas de la Cruz, coger por Pérez Galdós y alcanzar de nuevo el templo de la calle Don Bosco. Se quedaba de este modo fuera, el recorrido que acerca el palio más hacia el centro hasta alcanzar la plaza de toros y la Comandancia de la Guardia Civil.

No es exageración decir que la Sagrada Lanzada y la barriada de Las Colonias vivieron ayer una jornada histórica. Antes del inicio de la procesión, el templo acogió una misa pontifical presidida por el obispo de la Diócesis, José Vilaplana. El motivo era la inauguración de las reformas efectuadas en la iglesia, muy adelantadas ya y que se encuentran a la espera de que se cubra el retablo que será presidido por el Señor de la Lanzada junto a su madre, la Virgen de los Dolores y San Juan. El retablo podría estar acabado para el mes de mayo.

El templo lucía con un blanco espléndido y tenía en el presbiterio el palio de la Reina de las Colonias que regresa para salir también desde allí, el próximo Martes Santo. La misa contó con la presencia del alcalde de la ciudad, Gabriel Cruz, varios concejales de su equipo de gobierno; la subdelegada del Gobierno, Asunción Grávalos y varios hermanos mayores de hermandades de penitencia. En la parte musical contó con las interpretaciones de Marco Antonio Molín, con piezas incluidas en la Pasión según San Mateo, de Bach o la Suite francesa del mismo compositor.

Quizá fuera por la recuperación de la salida desde el templo en vez de la casa de hermandad, hizo que aún hubiera más gente ayer en la calle, que en ocasiones anteriores. La salida por Presbítero Manuel López Vega es más espectacular que por Don Bosco ya que la calle es más estrecha. Para facilitar la salida del paso, se habilitó una rampa y una vez en la calle, la comitiva se fue abriendo paso entre el numeroso público. La comitiva iba abierta por la cruz parroquial y ella estaban incluidas la representación de la Hermandad de Emigrantes y la de Santa Bárbara, además de hermanos y jóvenes con mantilla. En la presidencia se encontraba Gabriel Cruz junto al párroco de los Dolores, el hermano mayor de la Lanzada, Juan Romero, y miembros de su junta de gobierno.

Nada más alcanzar Cristóbal Colón, y tras hacer la primera revirá, el palio se paró para que el Antiguo Coro de Emigrantes le dedicara algunas interpretaciones. En ese recorrido habitual, la Reina de Las Colonias se dirigió hacia la plaza de los Dolores donde recibió los cantos del Coro de Emigrantes y en donde se agolpó una vez más, un buen número de vecinos.

Respecto a las mejoras en el templo, hay que mencionar que la cota del suelo se ha bajado para eliminar los escalones y con ello, facilitar el acceso al templo de personas con movilidad reducida. Se ha eliminado la madera del techo para darle más amplitud y solemnidad al presbiterio. Todo se verá rematado como ya se ha comentado, con un retablo que realiza Daniel Sánchez en su taller de Isla Cristina.

El problema del tejado se ha solucionado con la colocación de un sobretejado de placas de chapa. Mientras tanto, se habilitó como iglesia el antiguo salón parroquial que se arregló para este fin, con entrada por la calle don Bosco. Juan Romero ya destacó que "salir de la parroquia sería una ilusión, un deseo muy solicitado por los hermanos; por eso nos alegramos que nuestro párroco pusiera por fin en marcha estas obras".

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