Semana Santa

Victoria, a un mes de la gloria

  • Sólo queda una chicotá para que María Santísima de la Victoria sea coronada el 5 de mayo

El palio de la Virgen de la Victoria se movió al aire de Huelva. Con esa elegancia que sabe darle sus costaleros. La gente disfrutó mucho en ese ansias ante la cercanía de su coronación canónica. Estamos a tan solo un mes y todo fue desbordante.

Desde el instante primero cuando aun estaba en el interior del templo del Corazón de Jesús se exteriorizaban los agradecimientos y se reconocían los esfuerzo. El primero de ellos al hermano mayor, Isidoro Olivero Hierro, por todo ese esfuerzo desmedido que supone el poner en marcha la coronación canónica de María Santísima de la Victoria.

La Victoria caminó con ese aire de cercanía y agradecimiento por todas las muestras de cariño que está recibiendo la Hermandad del Polvorín. En una coronación canónica que es de Huelva, como bien decía Enrique Izquierdo cuando mandaba a su cuadrilla para levantar al cielo a María Santísima de la Victoria. Cerca ya de la gente, en la plataforma del Corazón de Jesús nacieron los primeros vivas a la Victoria, luego la Himno Nacional. En la calle el palio, y la dedicatoria a Huelva. En un suspiro estaba en el Barrio Obrero, en esa carrera oficial por la calle B con los vecinos y el alcalde de Huelva, Pedro Rodríguez; y el párroco del Sagrado Corazón, Miguel Fuentes, que acompañaban a Isidoro Olivero en la presidencia.

La bajada fue sencillamente espectacular por el paseo que lleva el nombre de la Victoria. Lo hacía con alegría, sintiendo ese encuentro con Huelva. No había sitio y entre los árboles se presentía su llegada. Se iba palpando la devoción de toda la ciudad. Llegó con elegancia ante el arco del Barrio Obrero, un momento de espera. Luego la levantá y el trabajo difícil y hermoso bajo la trabajadera. Los costeros a tierra y muy poco a poco. Se levantó con la suavidad de un beso y le siguieron los vivas uno detrás de otro. Por la Alameda Sundheim un barrio se hacía con toda la ciudad. La inmensidad de la avenida se veía cubierta más que nunca de miles de personas que como un reguero humano baja hacia El Punto.

En la Plaza Niña un rezo en la estación de penitencia. Llegó el Señor de la Humildad con toda la fuerza y espectacularidad de su andar, con las cuartitas, con aire de cofradía de barrio, con alegría especialmente sentida a la vera.

Ahora sólo queda una chicotá para la coronación canónica de María Santísima de la Victoria. Hay que aprovechar cada momento y en El Polvorín están dispuesto a ello y en esta levantá estará toda Huelva.

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